Pekín, 8 de julio, RIA Novosti. Las autoridades de Urumqi, capital de la Región Autónoma Uirgur de Xinjiang, en el noroeste de China, ingnorar las provocaciones y conservar la calma y poner fin a los enfrentamientos callejeros entre la población uigur y la etnia Han, informó hoy la prensa china.
El domingo pasado, más de un millar de uigures desataron disturbios masivos en Urumqi, con un saldo de al menos 156 muertos y más de un mil heridos. La policía detuvo a más de 1.400 involucrados. La prensa informó que los desórdenes por la muerte de dos trabajadores uigures en Guangdong, provincia en sur de China.
Tras los disturbios del domimngo, el pasado martes centenares de civiles de la étnia Han se lanzaron a las calles provocando más desórdenes por lo que las autoridades en la noche del martes impusieron en Urumqi el toque de queda.
El presidente de China, Hu Jintao, interrumpió hoy su visita a Italia, donde preveía asistir a la cumbre del G-8, y regresó a Pekín.
En Urumqi circulan autos oficiales, con altoparlantes que aconsejan a los ciudadanos a "abstenerse de salir a la calle y conservar la sangre fría". Las autoridades recomiendan a la población abstenerse de participar en disturbios masivos y no dar crédito a todo tipo de rumores.
"Confiamos en la cooperación de ustedes. Todas las etnias de Xinjiang tienen un destino común y un corazón común", dice el llamamiento. Las autoridades afirman que los disturbios "fueron organizados por un grupo reducido de criminales y no son ningún conflicto étnico ni religioso".
Un helicóptero militar sobrevuela la ciudad, echando octavillas del mismo contenido.
Las autoridades chinas responsabilizaron al Congreso Mundial de los Uigures, con sede en el exterior de organizar los desórdenes del pasado domingo.
En China viven 56 etnias. Los chinos Han constituyen el 91,6% de la población del país (unos 1.200 millones de personas). Los uigures ocupan el sexto lugar por su numerosidad (unos 10 millones).
