El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, envió a la Cámara baja del Parlamento un proyecto de ley encaminado a integrar el Tribunal Constitucional (TC) en la vertical del poder, escribe hoy la prensa local. De cuajar esta iniciativa, el jefe del TC será nombrado por el Senado a propuesta del máximo dignatario, y no elegido por los magistrados como ahora. Opositores y expertos coinciden en que la totalidad del poder judicial se verá en este caso bajo el control del poder político.
El Senado ya designa a los jefes de la Corte Suprema y del Tribunal Supremo de Arbitraje. "La propuesta de Medvédev parte de la práctica existente y le atribuye un carácter más uniforme", comentó Vladímir Pliguin, jefe del comité para legislación y desarrollo institucional en la Cámara baja. Este diputado se muestra convencido de que "el grado de dependencia del poder judicial no va a incrementar".
A la hora de tomar las decisiones, el presidente del TC depende mucho de los magistrados que lo eligen y cuya opinión necesita tener en cuenta, señaló una fuente de este organismo. El nuevo reglamento, similar al que existe en Alemania, podrá "desinhibir" al jefe del TC aunque al mismo tiempo "rebajará notablemente el grado de los togados ordinarios". De momento, el Tribunal Constitucional sigue siendo dentro del engranaje del poder la única pieza que elige al jefe mediante el procedimiento democrático de la votación. La enmienda, según esta fuente, completará la formación de una vertical iniciada con el nuevo reglamento de aprobación de gobernadores.
El politólogo Dmitri Oreshkin interpreta la iniciativa presidencial como un síntoma de que el Kremlin ve en el TC una importante herramienta política. Víctor Sheinis, del partido Yabloko, califica la propuesta de "dañina", pues aumenta la dependencia del TC con respecto a la Administración Presidencial.
