El Ministerio ruso de Defensa y las autoridades de la República de Tatarstán acordaron crear en dos regiones del país, a modo de experimento, las compañías militares integradas exclusivamente por reclutas de origen tártaro, a fin de prevenir conflictos étnicos en los cuarteles.
El comisario militar de Tatarstán, Serguei Pogodin, precisó que las dos primeras "compañías tártaras" serán formadas en las provincias de Oremburgo y Samara. Esta decisión se tomó después de que un recluta tártaro escapó de su unidad militar y denunció que sus paisanos se exponen allí a novatadas, insultos y vejaciones.
Leonid Ivashov, ex alto funcionario de Defensa y, hoy en día, experto en temas militares y geopolíticos, opina que "el Ejército sienta un precedente muy malo", puesto que los representantes de otras repúblicas en el seno de la Federación de Rusia también aspirarán a formar compañías propias en las FF.AA., y más tarde empezará la estratificación al nivel de etnias minoritarias.