Moscú y Washington elaboran un nuevo documento en sustitución al Tratado de reducción y limitación de armas ofensivas estratégicas (START-1), cuya vigencia caducará el 5 de diciembre de 2009, escribe en su edición de hoy el diario ruso Kommersant.
Este proceso podría comenzar ya hoy, durante las consultas ruso-norteamericanas sobre diálogo estratégico. Es posible que el acuerdo sea un exitoso proyecto de Dmitri Medvédev y Barack Obama.
Moscú y Washington deberán superar serias controversias. "La manzana de la discordia consiste en que EEUU no desea limitar la cantidad de vectores", señaló el coronel general Víctor Yesin, ex jefe del Estado Mayor de la Tropas de Misiles Estratégicos de Rusia. "Después de diciembre de 2009, EEUU podrá disponer de un potencial bélico superior al ruso: unas 3.000 ojivas nucleares almacenadas después de suscrito el START-1, razón por la cual Rusia necesita de esa limitación", continuó Víctor Yesin.
"De este modo, EEUU podría asestar un ataque nuclear demoledor, sobre todo, tomando en cuenta el sistema de defensa antimisiles (DAM) que está instalando ahora en Europa del Este", opinó el experto.
Será lógico que Moscú procure vincular el nuevo tratado relativo al START con la instalación del escudo antimisiles estadounidense en Europa.
"Lo más difícil será llegar a un acuerdo sobre el escudo antimisiles", expresó Serguei Ryabkov, viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia. "Los planes estadounidenses en materia de DAM imponen la conclusión de que estas cuestiones deben ser tratadas en su conjunto", continuó.
En Moscú confían en que la nueva Administración norteamericana tienda a elaborar una fórmula de compromiso sobre la DAM, si bien el Kremlin se da cuenta de que la nueva secretaria de Estado Hillary Clinton no será una interlocutora más cómoda que Condoleezza Rice.
