La declaración del presidente ruso, Dmitri Medvédev, sobre el despliegue de misiles "Iskander" en Kaliningrado en respuesta a la defensa antimisiles estadounidenses ( DAM) en Europa suscitó una reacción violenta en Occidente, escribe en su edición de hoy el diario ruso Kommersant.
La Unión Europea calificó de "sorpresa desagradable" y "chantaje" los planes de las autoridades rusas.
Ayer, políticos europeos expresaron su desilusión con el nuevo presidente de Rusia. La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, puso en duda la factibilidad de la iniciativa de Medvédev, quien el pasado mes de junio propuso a la UE elaborar junto con Rusia un tratado de seguridad euroatlántica como base del nuevo orden mundial.
No obstante, las últimas declaraciones del señor Medvédev encajan en el modelo de conducta que el presidente diseñó durante su primer encuentro con los diplomáticos rusos el pasado mes de julio. En aquella ocasión el jefe de Estado exigió de los diplomáticos defender con mayor energía los intereses nacionales. Los acontecimientos posteriores -guerra en el Cáucaso, reconocimiento de la independencia de Abjasia y Osetia del Sur y planes de emplazar bases militares en estas repúblicas- confirman que el Kremlin aplica con consecuencia la estrategia trazada.
Otra prueba de ello es la promesa de instalar misiles "Iskander" en Kaliningrado. Durante su mandato presidencial Vladímir Putin sólo prometía reaccionar a la aparición en Europa del escudo antimisiles de EEUU. A juzgar por todos los indicios, Dmitri Medvédev está dispuesto a plasmar en hechos las promesas verbales.
Al propio tiempo, los diplomáticos rusos, responsables de los asuntos europeos, exhortan a no dramatizar lo sucedido. "Las declaraciones del presidente sobre el despliegue de misiles ‘Iskander' es una advertencia sobre medidas de respuesta a la posible realización de los planes estadounidenses -dijo a Kommersant el embajador ruso ante la UE, Vladímir Chizhov-. Europa pone en duda la necesidad de la presencia en el continente del sistema DAM de EEUU. Considero que la victoria de Barack Obama haría abortar los planes de la Administración saliente y es muy probable que los ‘Iskander' no aparezcan en Kaliningrado."
