TeleSUR
Mientras el fiscal general de Bolivia anunció el inicio de un proceso judicial contra el prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, sobrevivientes de la masacre denunciaron que los sicarios que protagonizaron el ataque no excluyeron, ni siquiera, a mujeres y niños.
El fiscal general de Bolivia, Mario Uribe, instruyó este lunes un proceso judicial contra el prefecto del departamento de Pando (noroeste), Leopoldo Fernández, acusado del asesinato de al menos 30 campesinos, masacrados la pasada semana en una localidad pandina.
De acuerdo con la máxima autoridad judicial, en la investigación por el delito de genocidio en su categoría de masacre sangrienta, presentarán testimonios Miguel Becerra, ex alcalde de Cobija, ciudad capital de la norteña región, y el senador Abraham Cuéllar, de Unidad Nacional.
El Ministerio Público había sido cuestionado por el Ejecutivo por su pasividad ante los actos violentos suscitados en Pando y otras regiones como Santa Cruz (este), Tarija (sureste) y Beni (noreste).
En esas audiencias comparecerán además varios labriegos y sus familiares, víctimas de los ataques, entre ellos, Dionisio López y Roberto Tito.
López explicó a la prensa que grupos de paramilitares, francotiradores y sicarios brasileños y peruanos contratados por Fernández, dispararon de forma selectiva el pasado jueves contra campesinos en la localidad Porvenir, en el momento que se trasladaban hacia un acto de respaldo al gobierno de Evo Morales.
López señaló que estuvo en ese puente (de la localidad Tres Barracas) cuando comenzó la balacera contra gente indefensa, desarmada, y que vio a personas que caían heridas de muerte.
Por su parte, el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, recordó que ya en septiembre de 2006, la entonces ministra de Gobierno, Alicia Muñoz, denunció que Fernández entrenaba en Cobija a paramilitares, bajo la fachada de conformar una fuerza para seguridad ciudadana.
Llorenti aseguró que el Estado solicitará contra Fernández una condena de 30 años de privación de libertad sin derecho a indulto por organizar y financiar una masacre.
También asesinaron niños
Entre tanto, otros cuatro sobrevivientes de la masacre de Pando ofrecieron este lunes desgarradores testimonios en los que denunciaron que los paramilitares también asesinaron a niños.
En rueda de prensa, desde la Cámara de Diputados boliviana, Cristián Domínguez, Rodrigo Medina Alpírez, Rosa Lucía Alpire aseguraron que la manifestación campesina atacada en Pando, de la cual formaban parte, fue reprimida por sicarios que lanzaban ráfagas de ametrelladora sin diferenciar, ni siquiera, a mujeres y niños.
"Nos tiraban bombas, habían disparos cruzados a camiones que pasaban, los horadaban y la gente iba muriendo allí dentro", relató Medina Alpírez, vocero del campesinado.
Medina Alpírez contó que antes de llegar al puente donde fueron emboscados "había gente gritando que somos de la Federación Campesina".
"Hay gente herida que ha muerto en el campo. Ayer hemos sacado a 35 compañeros del monte, porque ha ido gente gritando que somos de la federación campesina. Queremos que se haga justicia para nuestra gente campesina", pidió.
"Anoche (domingo) nos disparaban, nos perseguían, la gente no quiere salir del monte tienen miedo, están sin zapatos y sin ropa hay gente que se ha ido por el río" buscando escapar de los sicarios, agregó Medina.
El dirigente campesino también denunció que fueron contratados jóvenes de Brasil o Perú, para disparar contra la población humilde del Porvenir y Puerto Rico.
"Era gente brasilera contratada en Porvenir y Santa Cruz, jóvenes que parecía que estaban drogados y nos decían: '¿Quienes son ustedes? ¿qué hacen aquí?".
Una de las sobrevivientes contó cómo fueron masacrados mujeres y niños.
"Corrimos a las casas a pedir ayuda (pero) nos cerraban las puertas. Habían mujeres con niños en brazos, los niños suplicaban que no los mataran" ni a ellos ni a sus madres, dijo.
Hallazgo significativo
Mientras en Pando se mantiene el estado de sitio, las Fuerzas Armadas bolivianas incautaron una cantidad significativa de municiones y armamentos en manos de civiles, incluso de uso restringido por organismos como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Los efectivos de las FFAA decomisaron en operaciones realizadas en las últimas horas armas y municipios en poder de civiles, diez de los cuales fueron detenidos como sospechosos de haber participado en la masacre de campesinos en la región de Porvenir.
El general Walter Panozo, comandante del Comando de Emergencia de Pando, mostró el arsenal de armas, entre las cuales se encontró una ametralladora, fusiles, rifles y revólveres, entre otras.
Junto a ese arsenal encontrado en la requisa de algunos domicilios particulares, los militares también hallaron una variedad de proyectiles de diferente calibre, como cartuchos para escopeta.
Según el jefe militar, la posesión de esos elementos bélicos en una región donde hubo una masacre de campesinos constituye al menos un hecho altamente sospechoso, aunque aclaró que será la justicia ordinaria la que determine si los detenidos son inocentes o culpables.
En el arsenal decomisado llamó la atención los proyectiles dum dum, diseñados y fabricados para atravesar blindajes. Panozo explicó que se trata de material de guerra y quienes fueron vinculados a su posesión deberán explicar la procedencia y con qué objetivo lo mantenían en sus domicilios.
