Ahora nos despertamos con la noticia del ingreso de la nave insignia de la VI flota de los EEUU en el Mar Negro. Imagino que el Sr. Saakashvili estará organizando un festejo "popular" para recibir al buque. No hay duda de que este señor pertrechado por los EEUU, Ukrania y otros le estaba haciendo el mandado a las multinacionales del petróleo. Subestimó a la otrora alicaída Federación Rusa. No contó con que el contingente de las fuerzas de paz asentadas en Osetia opondría una heroica resistencia, ni que la aviación rusa diese respuesta en forma casi inmediata. Tampoco creyó que Putin volase inmediatamente a la zona. Ahora parece que no cuenta con el peligro que entraña el Mar Negro. Es como las drogas, fácil entrar pero muy difícil salir. Creo que ni los nazis atrevieron ingresar una flota al Mar Negro. Otra perla para el collar del presidente georgiano.
Ya hace un mes Saakashvili creyó en sus sueños, creyó en que festejar la independencia de Georgia en Sujumi, la capital de Abjasia estaba al alcance de la mano, y que lo de Osetia era bien sencillo. Pero no siempre los sueños se cumplen.
La frase autodeterminación de los pueblos no está en el diccionario del presidente georgiano, sí tiene en su primera página la de la limpieza étnica, e imagino que se regocijó cuando 30.000 osetas huyeron hacia el norte.
Ahora cuan un niño caprichoso clamando por sus juguetes el presidente georgiano reclama por el material militar abandonado en la retirada de su maltrecho ejército. No se preocupe Sr. Saakashvili, los EEUU le votaron 700 millones de dólares para reconstruir su ejército. Tal vez su mandato no llegue tan lejos. La situación interna georgiana no está sencilla para Ud. De todos modos, sería conveniente que cuando despierte por las mañanas reflexione acerca de sus sueños. Tal vez no sean tan buenos consejeros. Tal vez no sea para regocijarse ver los buques de sus amigos en el Mar Negro.
Armén Sarkisian
Montevideo
Uruguay
