Minsk, 4 de agosto, RIA Novosti. La cooperación entre Caracas y Minsk tiene un potencial enorme, opina Américo Díaz Núñez, embajador venezolano en Bielorrusia.
Venezuela y Bielorrusia son dos naciones independientes que no quieren ser esclavas de superpotencias ni una moneda de cambio para nadie, resaltó el diplomático en una extensa entrevista publicada hoy en el diario local Belorusskie Novosti.
Ambos países, añadió, son conscientes del alto precio que deben pagar por esta postura soberana, especialmente, en el actual mundo unipolar al que quedan pocos días.
Díaz Núñez definió la cooperación bielorruso-venezolana como recíprocamente ventajosa pero no mercantil. Su potencial es inmenso, pues ambas partes recién empiezan a establecer empresas conjuntas. A través de Bielorrusia, Venezuela puede abrirse el paso hacia los mercados europeos. A su vez, la parte venezolana puede contribuir a que los productos hechos en Bielorrusia penetren en los mercados de Sudamérica, el Caribe y también de los países africanos.
Venezuela podría aprender de Bielorrusia cómo mejorar el rendimiento de la ganadería y garantizar las reservas alimentarias, piensa el diplomático. A Caracas le interesan también la industria pesada de Bielorrusia y los nuevos desarrollos tecnológicos, en particular, en el ámbito de informática y nanotecnologías.
La reciente visita de Hugo Chávez a Minsk, señaló el embajador, permitió sacar adelante el tema de la producción de vehículos y tractores bielorrusos en Venezuela. Con todo, se va a requerir mucho tiempo para escoger el lugar de las futuras plantas, definir las inversiones y las capacidades industriales necesarias y resolver otras cuestiones.
Díaz Núñez rehusó comentar los planes de cooperación militar entre Caracas y Minsk, al recordar que "hasta las paredes tienen oídos". Al mismo tiempo, calificó de absurdos los rumores de que Bielorrusia suministra a Venezuela las armas que luego son enviadas a las FARC.
Bielorrusia no fabrica armamento ni vendió a Venezuela un solo fusil, afirmó. Lo conocen perfectamente quienes usan semejantes provocaciones para armar el escándalo e involucrar en él a ambos países, a fin de que se mantengan a la defensiva.
