La discusión en torno a la conveniencia económica del tendido del gasoducto Nabucco tuvo desenlace desfavorable para Rusia, escribe en su edición de hoy el diario ruso Gazeta.
Las autoridades de Teherán declararon ayer que la República Islámica tomó la decisión definitiva de participar en el proyecto europeo. No obstante, los numerosos acuerdos alcanzados entre Rusia e Irán permitirán a Gazprom incorporarse a Nabucco, ideado para disminuir la dependencia de Europa de los hidrocarburos rusos.
La tendencia al acercamiento en terreno económico que se perfiló últimamente en las relaciones entre Moscú y Teherán hace poco probable la confrontación de Irán con Rusia. El consorcio ruso se da prisa por afinar los detalles del proyecto de acuerdo sobre la constitución de varias empresas conjuntas con compañías públicas iraníes. Gazprom y el Ministerio de Petróleo de Irán firmarán el documento correspondiente la semana que viene en Teherán. Según la prensa iraní, el consorcio ruso participará en el desarrollo de varios bloques en los yacimientos Pars Sur y Norte y del yacimiento gasístico en la isla de Kish con reservas superiores a 1.000 mil millones de metros cúbicos. Además, Gazprom planea construir un depósito de gas en el territorio iraní y una refinería de petróleo con capacidad de 7 millones de toneladas al año en la frontera de Irán con Armenia. La puesta en práctica de los acuerdos mencionados permitirá al monopolio ruso entrar en el grupo de participantes en Nabucco.
En enero de este año Gazprom firmó con la austríaca OMV el acuerdo que establece la venta al consorcio ruso de una participación del 50% en Central European Gas Hub, principal distribuidora europea de gas. A consecuencia, Gazprom obtiene instrumento de influencia en la distribución del gas natural que llegará a Europa por Nabucco.
