Tbilisi, 4 de junio, RIA Novosti. La retirada de refuerzos militares que Rusia envió a la zona del conflicto abjasio-georgiano es la condición clave para el arreglo de problemas entre Moscú y Tbilisi, manifestó ayer Gueorgui Baramidze, ministro de Asuntos Europeos e Integración Euroatlántica.
El funcionario calificó de "inadmisible" la introducción de las tropas ferroviarias rusas en Abjasia y resaltó que Georgia "no hará la vista gorda ante la ocupación definitiva" de esta república rebelde. La decisión rusa allana el terreno "para una agresión a gran escala contra Georgia", piensa él.
"Cuando haya salido este contingente, nuestro mayor interés será el arreglo político de los conflictos en el territorio georgiano", declaró el ministro al agregar que Georgia está dispuesta a colaborar con Rusia, "siempre y cuando ésta mantenga una postura constructiva".
Baramidze manifestó la esperanza de que el próximo encuentro entre Mijaíl Saakashvili y Dmitri Medvédev sea constructivo. Los mandatarios de Georgia y Rusia tienen previsto reunirse dentro de algunos días en el marco del Foro Económico de San Petersburgo.
El secretario general de la Alianza del Atlántico Norte, Jaap de Hoop Scheffer, criticó el martes el envío de tropas ferroviarias rusas a Abjasia, al calificarlo como "flagrante violación de la soberanía y la integridad territorial de Georgia respaldadas enérgicamente por la OTAN".
El embajador ruso ante la Alianza, Dmitri Rogozin, comentó a raíz de esta declaración que es inadecuado "usar un tono que pone tenso a todo el mundo". Rusia y Georgia, en su opinión, no estarían preparando ahora una reunión de sus respectivos presidentes, "si las relaciones realmente fuesen dramáticas". Las tropas ferroviarias no son lo mismo que las unidades de misiles estratégicos y su introducción no significa una intervención armada, observó el diplomático ruso.
