Moscú, 15 de mayo, RIA Novosti. Las consecuencias del devastador terremoto ocurrido este lunes en China no amenazan todavía a los territorios rusos, aseguró hoy la organización ecológica Greenpeace.
Los 'verdes' citan informaciones periodísticas sobre la explosión en China -a causa del seísmo- de dos plantas químicas en la provincia de Sichuan. Como resultado, fueron vertidas 80 toneladas de amoníaco líquido y los poblados chinos se vieron cubiertos con una venenosa nube de amoníaco.
Las autoridades chinas desmintieron hoy esas informaciones.
"Por ahora no existe ningún peligro para los territorios rusos y una nube venenosa formada sobre la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, se disiparía antes de haber alcanzado las fronteras rusas y caería en forma de lluvia ácida", reza el comunicado de las autoridades chinas.