Antes de la ceremonia de investidura del nuevo presidente de Rusia, el consorcio Gazprom recibió un regalo de despedida del gabinete saliente en el que Dmitri Medvédev ocupaba el cargo de primer vicepresidente de Gobierno. Fueron cedidos a Gazprom sin convocar concursos correspondientes, nueve yacimientos de importancia federal, ubicados en los mares de Kara y de Ojotsk y en la cuenca autónoma de los Nenets de Yamal.
A consecuencia, aumentarán un 13% las reservas de gas controladas por el monopolio gasístico. Los bloques, que contienen más de 2,7 billones de metros cúbicos de gas, permitirán al consorcio mantener la producción en los niveles debidos después del año 2020, ante el agotamiento de los principales campos gasíferos de Gazprom.
Víctor Zubkov firmó la disposición gubernamental correspondiente el pasado 6 de mayo, la víspera de la investidura de Medvédev. En virtud de la Ley de los Suministros de Gas, el consorcio puede obtener el acceso a los yacimientos no repartidos en propiedad del Estado al margen del sistema de concursos. Dentro de un mes se prevé otorgar a Gazprom las licencias para el desarrollo de los yacimientos mencionados, indicaron las fuentes del Ministerio de Recursos Naturales y Ecología. Las fuentes no dijeron si pagará o no Gazprom una compensación por los bloques gasíferos recibidos.
"Los yacimientos cedidos a Gazprom se inscriben en su estrategia de desarrollo de la península de Yamal y de la plataforma continental adyacente -dice el analista de Sobinbank, Mijaíl Zanozin-. A medida del agotamiento de los principales yacimientos operativos, el gas procedente de los nuevos bloques comenzará a nutrir el sistema único de transporte de gas."
Comparte esta opinión el analista de Financial Bridge, Dmitri Alexándrov. Según sus estimados, en un concurso los nueve yacimientos se venderían a un precio no inferior a 1,45 mil millones de dólares. Por su parte, Zanozin evalúa estos bloques en 1,2-1,5 mil millones de dólares.
