Moscú, 7 de mayo, RIA Novosti. Las autoridades sanitarias de Rusia se abstendrán por ahora de cerrar la frontera con China pero van tomando precauciones ante la propagación de un peligroso virus intestinal que ha causado hasta la fecha 28 muertes en el país vecino y afecta a más de 12.000 niños, la mayoría de los cuales no han cumplido siquiera dos años.
"De momento, no nos planteamos el cierre de fronteras o la prohibición de viajar (a China)", declaró en la noche del martes el jefe sanitario de Rusia, Guennadi Oníschenko, en una entrevista al canal de televisión Vesti 24.
En todas las terminales aéreas de Rusia que tienen conexión con China a través de vuelos regulares o chárter, según el funcionario, se han tomado precauciones adicionales. Así, se prestará especial atención a los pasajeros provenientes de China - ante todo, los niños - y se les obligará a pasar por un examen médico al primer síntoma de la infección que suele manifestarse en forma de fiebre, problemas intestinales, síndrome respiratorio y salpullido en la cara, las manos y los pies.
Paralelamente se reforzará el control sobre el agua y los alimentos, que son las principales vías de transmisión del enterovirus, dijo Oníschenko.
"Por ahora no se trata de las medidas de cuarentena pero tampoco podemos admitir la importación de este virus que no circulaba aquí", agregó.
Los brotes de la infección en China, en su opinión, no afectarán a la celebración de los Juegos Olímpicos pero sí podrían reducir drásticamente el flujo de turistas.
"Mucho dependerá del verano. Si es muy cálido, tanto en China como aquí, será un factor extra para el desarrollo del virus", observó el jefe sanitario de Rusia. "Durante la canícula se secan los embalses y, si llegan a calentarse bien, es un caldo de cultivo ideal, un verdadero paraíso para los virus, incluido el enterovirus", precisó.
