Las desavenencias que se presentaron entre Varsovia y Washington pueden poner en entredicho el plan norteamericano de instalar una base de misiles interceptores en Polonia. Pero al fin y al cabo EEUU sabrá meter en cintura a los polacos en lo que respecta al sistema DAM en Europa, se muestra convencido un experto ruso.
Si las negociaciones con Polonia no prosperan, EEUU comenzará a buscar un nuevo lugar para sus misiles interceptores en Europa, comunicó hace días un funcionario de la Casa Blanca, quien prefirió ocultarse en el anonimato. El pasado viernes la Administración de George Bush solicitó al Congreso la suma de 20 millones de dólares en ayuda militar a Polonia, justamente mil veces más baja que la reclamada por los polacos para los fines de modernización de sus Fuerzas Armadas.
En el diálogo con Varsovia las autoridades de Washington recurren al método de "palo y zanahoria" y la "información sobre la existencia de la variante alternativa, filtrada en la prensa, debe mover a los polacos demasiado exigentes a alcanzar acuerdo con EEUU", opina el jefe de departamento de desarme y gestión de conflictos del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales, Alexander Pikáev.
EEUU quisiera llegar a un acuerdo con Praga y Varsovia antes de enero de 2009, cuando expira el segundo mandato presidencial de George Bush. Se suponía que la secretaria norteamericana de Estado, Condoleezza Rice, rubrique el documento correspondiente con la República Checa en Praga el 5 de mayo, pero la firma del acuerdo quedó aplazada para junio.
Pikáev atribuyó este aplazamiento a la posición ocupada por Polonia. "Los checos están a la espera del desenlace de las negociaciones que los polacos mantienen con EEUU. Si Praga se queda a solas, es muy probable que el parlamento checo diga ‘no' a los planes de Washington", sostiene el experto.
La parte norteamericana tiene que negociar el emplazamiento de la base misilística europea, considerando la ubicación del radar checo, destaca el experto. "Es preciso emplazarla cerca del radar checo por ser éste un radar director. Por ejemplo, no puede cumplir las funciones de guiado de los misiles interceptores que se encuentran en Turquía", explica Pikáev. En el plano hipotético habría sido posible instalar misiles en Lituania, dice el experto, pero "tal paso provocaría un nuevo escándalo en la relación con Rusia" y "suscitaría descontento entre los aliados que no desean que se desencadene una nueva crisis inmotivada".
Eslovaquia y Hungría tampoco arden en deseos de deteriorar las relaciones con Moscú, dice Pikáev. "La negativa polaca a acoger a la base DAM obligaría a los norteamericanos a revisar a fondo sus planes de despliegue del sistema de defensa antimisiles en Europa", concluye el experto. Así las cosas, parece que no hay alternativa al tándem Polonia-República Checa.
