Pekín, 18 de marzo, RIA Novosti. Se ha vuelto a la normalidad la situación en Lhasa, centro administrativo de la región autónoma de Tíbet, donde protagonizaron disturbios los partidarios de la independencia de Tíbet, declaró este martes el portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Qin Gang.
Según los datos oficiales de la parte china, en los disturbios registrados en Lhasa murieron 13 personas. Pero las autoridades tibetanas informaron de 80 muertos y 72 heridos.
Qin Gang volvió a responsabilizar de los desórdenes a los seguidores del Dalai Lama, quien desarrolla la actividad secesionista. El Gobierno de China "cuenta con el poderío suficiente para proteger su integridad territorial, independencia y la estabilidad social", destacó el diplomático.
China se opone a que los Gobiernos y los líderes de otros países mantengan contactos con el Dalai Lama, señaló el portavoz.