Simferópol (Ucrania), 30 de junio, RIA Novosti. La península ucraniana de Crimea ha perdido hasta la fecha prácticamente la mitad de sus lagos salados, famosos antaño por su efecto curativo, advierten los ecologistas locales.
"Los lagos se van desalinizando, llenándose de residuos industriales y municipales. El fango medicinal lo van robando. Es un verdadero ecocidio, la destrucción de ecosistemas singulares que forman parte del patrimonio nacional y universal", declaró Víctor Tarasenko, jefe de la ONG "Ecología y Paz".
A principios del siglo pasado, había 48 lagos salados en Crimea, recordó el hidrólogo Oleg Gulov. Aportaban un 60% de la sal consumida en el Imperio Ruso y también generaban ingresos por exportación. "Algunos desaparecieron parcialmente y otros dejaron de existir del todo. El 45% de la superficie total de los lagos salados está perdida de forma irrecuperable", constató el experto.
Dos lagos grandes, Donuzlav y Panskoye, eran usados como puertos marítimos, por lo que la composición actual de sus aguas es idéntica a la del mar, según Gulov. Las plantas químicas de Krasnoperekopsk son responsables por la destrucción de otros cuatro ecosistemas, en la zona de Perekop. El lago Chorubash, en la península de Kerch, está lleno de residuos provenientes de una empresa siderúrgica. El Uzunlar, otrora la mayor fuente del fango medicinal sulfuroso en la Unión Soviética, se va desalinizando y acabará por perder su efecto curativo dentro de algunos años. Y el Chokrak se convirtió en presa de empresarios predadores que extraen la sal y se la llevan en camiones.
