Moscú, 10 de enero, Pl, para RIA Novosti. El galopante aumento de tarifas en los servicios públicos, transporte, gas, electricidad y telefonía marcan hoy la primera jornada laboral en Rusia, unido a las preocupaciones que genera la inflación.
Al agujero del presupuesto familiar que desde hace varios meses provocan los elevados precios de la canasta alimentaria se sumaron este 1 de enero nuevos costos del transporte urbano, el metro y los servicios comunales.
Los moscovitas deberán pagar ahora más de un 18 por ciento por la renta de la vivienda, calefacción, agua, recogida de desechos y reparaciones.
Las tarifas del gas a la población y la electricidad subieron asimismo en un 22 y 13,4 por ciento, respectivamente, según dispuso una comisión regional del gobierno de Moscú.
Como parte de una tradición, la alcaldía capitalina y los llamados monopolios estatales rectifican cada año las tarifas de los servicios básicos a la población con un sensible incremento de sus costos, y la mayor carga recae sobre los sectores de bajos ingresos.
A esta pesadilla se añade que el 1 de febrero vence la moratoria pactada con las compañías y cadenas comercializadoras de alimentos para congelar los precios de los productos de consumo básico, en medio de una espiral alcista inflacionaria sin precedentes.
El propio ministro de Finanzas, Alexei Kudrin, admitió que la inflación crecerá a inicios de año a ritmos más elevados que este otoño.
