Según el diario, que citó fuentes anónimas y ex "oficiales de inteligencia familiares con la operación", el programa llamado "Drenaje de cerebros" fue ordenado por la Casa Blanca en 2005 con la esperanza de encontrar pruebas en contra del programa nuclear iraní.
No obstante, el plan secreto de la CIA logró apenas un éxito limitado ya que menos de seis iraníes bien ubicados en las actividades nucleares de Irán desertaron, y ninguno de ellos ha podido dar buena información sobre el programa nuclear de Teherán, según el artículo del rotativo.
Según el medio de comunicación, mucha de la información reunida a través de este programa fue usada en el informe de la semana pasada de los servicios de inteligencias estadounidenses, en el que comprueba que Irán congeló su programa de armas nucleares en 2003.
El documento, denominado Estimado Nacional de Inteligencia (NIE, por sus siglas en inglés), y que fue aprobado por los 16 organismos de inteligencia de EEUU, precisa que Irán no parece tan "determinado a desarrollar armas nucleares" como ha manifestado el gobierno estadounidense en los últimos dos años.
El nuevo informe de EEUU supone una clara contradicción con las afirmaciones que el gobierno de Washington hizo en 2005, cuando defendió que el régimen iraní estaba construyendo una bomba nuclear.
"La decisión de Teherán de detener su programa de armas nucleares sugiere que está menos decidido a desarrollar armas nucleares de lo que habíamos estado considerando desde 2005", reza el informe.
Y es que el presidente George W. Bush, quien tras el informe insistió en que Irán en que se imponga una nueva ronda de sanciones contra Teherán por su programa civil de enriquecimiento de uranio, incluso aludió en octubre pasado a una tercera Guerra Mundial para persuadir a la comunidad internacional de que había que impedir las actividades nucleares iraniés.
Muchos temen que la insistencia de EEUU en que Irán es una amenaza nuclear, sea una estrategia para arremeter contra el país persa, como ocurrió con Irak, cuando el presidente Bush aseguró tener pruebas de que el gobierno de Sadam Husein poseía armas de destrucción masiva, que nunca fueron halladas, para n invadir al país árabe y derrocar a Husein, al que después ejecutó.
