La planta automotriz moscovita ZIL y la China National Heavy Duty Truck Group Corp. cerraron el contrato de suministro a Rusia de bloques para ensamblaje de los camiones pesados HOWO. En un futuro ZIL planea aumentar sustancialmente la capacidad de la empresa y producir hasta 50% de piezas en el país. Los analistas consideran que HOWO podría dominar un 5% del mercado doméstico de camiones pesados.
Según las fuentes próximas a la planta rusa, se prevé comenzar el ensamblaje de los camiones chinos en 2008, lanzando de 5.000 a 7.800 vehículos al año.
A juzgar por todos los indicios, las ventas de HOWO en Rusia no superarán 5.000 unidades, lo que permitiría a la empresa conjunta HOWO-ZIL, constituida en noviembre de 2007, dominar un 5% del mercado de camiones pesados, sostiene el analista de la compañía financiera Otkritie, Kiril Tachénnikov. No obstante, la ausencia de una red de servicentros y el déficit de repuestos afectarán los planes de expansión de la empresa conjunta.
En el momento actual camiones pesados gozan de demanda, pero las ventas guardan relación directa con los precios de vehículos, dice el analista de Troika Dialog, Mijaíl Ganelin. Camiones chinos ceden en calidad a los modelos rusos de la misma clase por lo que no cabe esperar un aumento sustancial de ventas, opina el experto.
En la fase inicial las inversiones en la empresa conjunta no superarían 25 millones de dólares, llegaron a la conclusión compartida los analistas. Pero ZIL quiere obtener para el proyecto el rango de ensamblaje industrial. Si sale con la suya, se requerirán inversiones adicionales. El régimen de ensamblaje industrial permitirá a la empresa importar piezas chinas pagando aranceles mínimos.
No obstante, los expertos dudan que el Gobierno conceda facilidades fiscales a la planta de ensamblaje de camiones chinos. Hasta ahora las autoridades rusas desestimaban todas las solicitudes presentadas por fabricantes de automóviles chinos, señala Tachénnikov. El pasado mes de noviembre el Gobierno anunció abandonar las prácticas de firma de contratos de ensamblaje industrial, hace recordar Ganelin.
