Tal como estaba previsto, los parlamentarios intentarán superar la crisis política en la que se encuentra el país medioriental, que está sin presidente desde el pasado 23 de noviembre, fecha en que expiró el mandato de Emile Lahud. Desde ese momento, el Parlamento no ha llegado a un acuerdo sobre quien será el próximo mandatario.
Hasta el momento, como ha ocurrido el seis oportunidades anteriores, el presidente del Parlamento, el chií Nabih Berri, no ha anunciado el aplazamiento de la sesión de este viernes, por lo que no está planteado que no se realice la elección.
La candidatura de Sleimane ha sido bien recibida por los parlamentarios, pero para que su elección sea posible es necesario reformar la Carta Magna libanesa.
Y es que la Constitución de Líbano, su artículo 49, impide que los altos funcionarios puedan convertirse en jefes de Estado si no presentan su dimisión a sus cargos dos años antes de la elección presidencial.
No obstante, el dirigente de la oposición, Michel Aoun, reiteró el jueves la necesidad de alcanzar un acuerdo político entre las distintas partes antes de reformar la Constitución para que Suleiman sea presidente.
Aoun ha puesto una serie de condiciones previas como que el mandato del nuevo presidente sea de dos años en lugar de seis y que el primer ministro libanés sea elegido por consenso, por lo que aún es incierta la posibilidad de que este viernes los libaneses conozcan el nombre de su nuevo presidente.
Esta es la séptima vez que se convoca a la cámara para votar al futuro presidente, ante la falta de consenso entre la mayoría y la oposición parlamentaria.
Desde el fin del período presidencial de Lahud, la mayoría parlamentaria en el poder, apoyada por Estados Unidos, y la oposición no logran ponerse de acuerdo sobre quién será el sustituto del saliente mandatario libanés.
