Ayer, Irán anunció la puesta en marcha del proyecto de desarrollo del nuevo misil balístico Ashura con alcance de hasta 2.000 kilómetros, ofreciéndole a EEUU otro motivo, tan anhelado, para volver a plantear la necesidad de estacionar elementos de la defensa antimisiles en Europa.
Ashura es un arma de disuasión -comentó Guennadiy Yevstafiev, teniente general (r) del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia-. Pero su aparición crea un ambiente desfavorable para las negociaciones sobre la defensa antimisiles (DAM) y ofrece una nueva oportunidad para armar alboroto en torno a la ‘amenaza iraní'".
Según expresó el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, Rusia está desilusionada con las proposiciones sobre defensa antimisiles que le presentó por escrito EEUU. "Se impone la conclusión de que EEUU no desea llegar a un acuerdo con Rusia sobre la DAM. Washington está interesado en mantener el proceso negociador sin llenarlo de contenido concreto -dijo Yevstafiev-. Para desplegar la DAM se necesitan asignaciones presupuestarias, pero ni el Senado ni la Cámara de Representantes del Congreso autorizarán la financiación de la DAM sin que se celebren las correspondientes negociaciones con Rusia. De ahí, Washington pretende aparentar ante los congresistas una intensa labor en este campo".
Nikolai Zlobin, director de programas para Rusia y Asia en el Instituto de Seguridad Mundial (Washington), expresó la hipótesis de que en octubre pasado, "al hacer sus propuestas verbales, el jefe del Pentágono, Robert Gates, partía de que son irrealizables. El secretario de Defensa quería mostrar que Rusia mantenía una postura tozuda y poco constructiva, por lo cual EEUU simplemente no tenía otra salida que seguir poniendo en práctica sus planes en el ámbito de la DAM".
En opinión de Zlobin, "Washington se empeña en endosarle a Moscú toda la responsabilidad por el desarrollo sucesivo de los acontecimientos. Para EEUU es de suma importancia mostrarles a los europeos la disposición a buscar fórmulas de compromiso, pero Moscú estorba este proceso".
Los nuevos progresos de Irán en materia de desarrollo de tecnologías misilísticas podrían afectar asimismo las relaciones entre Teherán y Moscú. Ayer se anunció el aplazamiento, desde finales de noviembre a la segunda quincena de diciembre, de la reunión de turno de la comisión intergubernamental ruso-iraní para la cooperación económica. En esta reunión su planeaba discutir, entre otros temas, la construcción de la central electronuclear de Bushire (Irán) con la asistencia técnica de Rusia.
