"Según mis informaciones, tomará juramento como presidente civil el jueves", señaló el funcionario, quien además precisó que Musharraf, quien llegó al poder mediante un golpe de Estado incruento en 1999, dimitirá antes de prestar juramento a su jefatura de las Fuerzas Armadas paquistaníes.
El Presidente pakistaní, quien impuso un estado de excepción en su país el pasado 3 de noviembre, ganó la reelección el pasado 6 de octubre, pues el Palamento de ese entonces, que fue disuelto el pasado 15 de noviembre, le era favorable.
Sin embargo, la proclamación de los resultados electorales había sido paralizada por el Tribunal Supremo para estudiar las demandas introducidas por la oposición pakistaní, quien asegura que un segundo mandato del general Musharraf es inconstitucional debido a su doble condición de jefe de Estado y del Ejército, que prohíbe la Constitución.
Pero la semana pasada, el tribunal nombrado por Musharraf tras la declaración del estado de excepción, que le permitió destituir a los anteriores magistrados, desestimó todos los recursos introducidos por la oposición e incluso validó su reelección.
El mandatario había dicho en septiembre, en medio de protestas de la oposición por su candidatura a la reelección, que abandonaría sus funciones militares.
Si embargo esto se producirá sólo después de que el Tribunal Supremo autorizara su reelección, ya que el estado de excepción le permitió mantener la presidencia y prorrogar al mismo tiempo la polémica cláusula que le permite ser jefe del Ejército al la vez que es jefe de Estado.
Finalmente, el presidente pakistaní logró quedarse en el poder ya que, con el estado de excepción, cambióa los magistrados del Tribunal Supremo que avalaron su reelección y se mantuvo en el poder tanto del Ejército como de la presidencia, mientras esperaba el fallo del alto tribunal.
Además, con la reciente disolución del Parlamento que cesó sus funciones el pasado 15 de noviembre, Musharraf nombró a un gobierno interino, que a su vez elegirá a las autoridades de la Comisión Electoral que se encargará de celebrar los comicios legislativos que se realizarán, según anunció este lunes el presidente pakistaní, el próximo 8 de enero.
Pero la oposición pakistaní coincide en que Musharraf ha encontrado un pretexto para mantenerse en el poder cuando se acerca la fecha de las legislativas, e incluso lo han acusado de querer manipular los resultados de las elecciones, al mantenerse como presidente, gracias al estado de excepción, para nombrar al gobierno interino que, a su vez, designará a las autoridades comiciales.
Además, los partidos de la oposición han denunciado que el nuevo orden declarado por el general Pervez Musharraf es en realidad una ley marcial disfrazada de estado de excepción.
