Naciones Unidas, 14 de noviembre, PL, para RIA Novosti. Altos funcionarios de Naciones Unidas, la Unión Africana y países de Africa oriental comienzan hoy en Eritrea una reunión para discutir los progresos hacia el logro de la paz en la región sudanesa de Darfur.
El encuentro en Asmara está auspiciado por los enviados especiales de la ONU y la UA, el sueco Jan Eliasson y el tanzano Salim Ahmed Salim, luego que expertos celebraron una semana de consultas en la ciudad Libia de Sirte.
De acuerdo con las versiones divulgadas en esta sede de la ONU en Nueva York, los temas fundamentales estarán relacionados con compartir el poder, atención médica, situación humanitaria y condiciones de seguridad en Darfur.
Estas consultas forman parte del proceso de tres fases diseñado el pasado mes en Sirte por los representantes de ONU y la UA, el gobierno de Jartum y representantes de grupos rebeldes.
En esa cita de la semana pasada participaron expertos del Equipo de Apoyo de Mediación Conjunta ONU-UA.
La reunión en Asmara forma parte de la segunda fase del proceso de paz, que también incluye la visita de una delegación del Equipo de Apoyo que viajó a Juba, en el sur de Sudán y a Darfur la semana pasada.
Su misión fue intercambiar puntos de vista con algunos grupos rebeldes que se niegan a firmar los acuerdos de paz y preparar para el próximo mes negociaciones directas entre el Gobierno de Jartum y esas fuerzas hostiles.
El objetivo, dijeron fuentes de la ONU, es tratar de alcanzar la unidad en la posición de los grupos rebeldes, antes del comienzo de esas deliberaciones.
Las negociaciones para la paz en Darfur tienen lugar mientras la ONU y la UA organizan el desplazamiento de una misión híbrida en Darfur -prevista a principios de 2008- con la tarea de frenar la violencia y aliviar el sufrimiento humano en esa provincia.
El conflicto en Darfur por más de cuatro años entre fuerzas gubernamentales y sus milicias aliadas árabes contra los grupos rebeldes ha ocasionado más de 200 mil muertes y el desplazamiento de unos 2,2 millones de personas.
La huida masiva de la población ha provocado lo que se considera la peor crisis humanitaria del mundo e incide en los países vecinos, donde están amparados cientos de miles de refugiados sudaneses.
