Washington, 7 de noviembre, PL, para RIA Novosti. El Pentágono y el Congreso estadounidense implementarán desde hoy medidas extraordinarias para contrarrestar la virtual crisis aérea derivada de la salida de circulación de los famosos cazas F-15.
Hace tres días, el Departamento de Defensa ordenó el paro en tierra de toda la flota de un avión que por años fue el naipe ganador de las operaciones militares norteamericanas, y ahora cayó por un presunto impacto de cansancio metálico.
Un F-15C se quebró en pleno vuelo el sábado anterior, antes de proyectarse contra un bosque en Missouri, hecho que hizo sonar la alarma de los especialistas de la Fuerza Aérea y circular rumores acerca de una supuesta fatiga del metal.
Se trata de un modelo introducido en 1975, considerado el progenitor tecnológico de clones optimizados como el F-16, el A-10, los bombarderos de B-1B, y el avión portador F-18. Existen 676 en el inventario mundial.
Desde el subcomité de apropiaciones de la Cámara de Representantes, el legislador John Murtha sugirió mover el dinero federal para fabricar una cuota suplementaria de F-22 Raptors, y paliar el eventual desamparo aéreo de Estados Unidos.
Sus comentarios surgieron en la misma semana cuando el Senado y la Cámara Baja planean estudiar una iniciativa para dirigir 459 mil millones de dólares hacia el presupuesto de defensa de la cuenta de 2008.
El congresista recomendó además incrementar las unidades de aeronaves F A-18, con base en portaaviones, porque serán ellas quienes llenarán los huecos de misiones dejados por los paralizados F-15.
La orden de restricción afecta a aparatos involucrados en operaciones en Afganistán, Gran Bretaña, Japón y Hawaii. Tokio se sumó a la medida y ordenó a su flota de 200 F-15 mantenerse en tierra.
El fabricante del avión, el consorcio Boeing, ofreció su asistencia en el estudio de la causa del accidente en Missouri, pero los expertos aún no han emitido una conclusión definitiva.
