Nizhni Nóvgorod (Rusia), 6 de noviembre, RIA Novosti. La afición a los explosivos costó la vida a un jubilado ruso de 69 años, vecino de la provincia de Nizhni Nóvgorod, quien había instalado en su hogar una decena de artefactos y, según las conclusiones preliminares, pisó un alambre-trampa cuando estaba borracho, comunicó un portavoz de la Policía regional.
Cuando los agentes llegaron al lugar, se dieron cuenta de que la vivienda - una casa de madera -estaba llena de artefactos explosivos. Había un total de 11, con alambres de tracción en cada ventana e incluso dos dispositivos a ambos lados del perchero. Según los vecinos, el hombre sufría trastornos psíquicos y era alcohólico.