El consorcio alemán E.On, principal accionista minoritario de Gazprom, propone modificar los procedimientos de operación del monopolio gasístico ruso en los mercados externos. Se trata de deshacerse de los intermediarios de entre las compañías subsidiarias de Gazprom como la suiza Rusukrenergo, la alemana Gazprom Germania y la británica Gazprom Marketing & Trading. No obstante, los expertos creen que E.On plantea este tema con el único propósito de reforzar sus posiciones en las conversaciones sobre la explotación del yacimiento Yuzhno-Russkoe.
"No se trata de la liquidación jurídica de las estructuras subsidiarias en los mercados extranjeros, pero el proveedor de gas debe ser único", explican especialistas que conocen las iniciativas adelantadas por el accionista alemán de Gazprom.
En el momento actual suministran gas a Hungría Gazpromexport y Rosukrenergo en la que la participación de Gazprom es del 50%. Gazprom Germania y Gazprom Marketing & Trading (controladas al 100 por cien por el monopolio ruso) pretenden consolidar sus posiciones en Europa Occidental. De momento, se ofertan cantidades pequeñas de gas, pero en el contexto de la liberalización del mercado gasístico europeo, una parte de los consumidores podría apostar por nuevos proveedores que ofrezcan precios más atractivos.
En entrevista a la telecadena alemana ARD el presidente del consejo de directores de Gazprom, Dmitri Medvedev, ya había planteado la necesidad de excluir a los intermediarios de los negocios de venta de gas en el extranjero. En honor a la verdad, se refería principalmente a Ucrania, país al que suministra gas la compañía Rosukrenergo. Uno de los empresarios que opera en el mercado gasístico de la CEI confirmó que dentro de poco "se decidirá si va a trabajar o no Rosukrenergo en Europa del Este y en Ucrania".
Al mismo tiempo, sería difícil liquidar a los intermediarios por tener éstos los contratos a largo plazo firmados. Por eso los expertos del sector consideran de improbable que Gazprom apoye la iniciativa de E.On. Y el consorcio alemán no podría conseguir por cuenta propia que su iniciativa prospere por contar sólo del 6,43% de las acciones del monopolio ruso y de un puesto en el consejo de directores.
