Moscú, 19 de octubre, RIA Novosti. Ocho personas murieron y 93 resultaron heridas hoy viernes en la explosión que se produjo en un centro comercial de Manila, según reporta la agencia Reuters citando a representantes de los hospitales en que fueron internados los heridos.
La primera versión del hecho era que estalló un botellón de gas en uno de los restaurantes del centro comercial pero más tarde las fuentes policíacas informaron de que durante la inspección del edificio se descubrieron huellas de explosivo plástico. La policía piensa que la bomba fue instalada cerca del taller de reparaciones de teléfonos celulares, al pie de la escalera mecánica.
El incidente se produjo a la hora de comer en el centro comercial "La Glorieta", en el barrio comercial Makati. Anteriormente, miembros de grupos separatistas habían perpetrado en más de una ocasión actos terroristas en la capital filipina y, por lo tanto, la explosión provocó pánico en la ciudad de 12 millones de habitantes.
El centro comercial de tres plantas aloja diversas tiendas, restaurantes y sala de cine.
Casi inmediatamente después de la explosión la policía cercó el área. En el resto de la ciudad y en el aeropuerto internacional que se encuentra en un suburbio se declaró el estado de alarma, y el Consejo de Seguridad Nacional se propone convocar una reunión urgente.
Las autoridades estiman que el daño causado es considerable. El que salió dañado no es sólo el propio centro comercial sino también autos aparcados cerca sobre los que caían fragmentos. La onda explosiva hizo saltar los vidrios de las ventanas, quedando dañados también el tejado y las paredes del edificio.
De momento nadie aún ha reconocido la autoría del hecho.
La presidenta del país Gloria Macapagal-Arroyo, al hablar por la televisión nacional, prometió a los ciudadanos realizar la más minuciosa investigación del hecho.
