El Ministerio de Desarrollo Económico y Comercio ya sabe cómo elevar el atractivo de Rusia para los inversores: propone crear una corporación pública cuya tarea única sea mejorar la imagen del país a lo largo del mundo.
A los empresarios extranjeros que trabajan en Rusia les consta que es un mercado de potencial enorme, alta rentabilidad de inversión y riesgos razonables. Los inversores hipotéticos, entretanto, piensan que es al revés.
Será posible enmendar esta situación, si se crea una corporación pública que haga la propaganda correcta, piensa el departamento de Desarrollo Económico y Comercio. Según esta entidad, cada dólar invertido en programas de marketing va a reportar cuatro dólares de beneficio neto. Irlanda, por ejemplo, creó la Agencia para Desarrollo Industrial hace 12 años y logró aumentar el volumen de la inversión de uno a veinticinco mil millones de dólares.
El plan de la futura campaña propagandística toma en cuenta las peculiaridades de 33 países diferentes. Brasil no conoce en grado suficiente el potencial de exportadores rusos, por lo cual será necesario promover allí productos punteros. En el caso de Alemania serán de ayuda las intervenciones de "eminentes juristas, científicos y hombres de la cultura". Para Dinamarca se recomienda la publicación de materiales sobre "la exitosa labor de Dan Steel, importante empresa danesa del sector siderúrgico con participación del capital ruso". En cuanto a Gran Bretaña, la mejora de la imagen será imposible "sin solución de problemas sistémicos", tales como el paso a los estándares internacionales de contabilidad y el incremento del nivel de la gestión corporativa.
En la labor de propaganda van a participar también algunas empresas. A Gazprom, Lukoil y Tatneft les recomendarán organizar en Irán "algunas acciones de beneficencia", tales como la concesión de becas para estudiantes o los cursillos gratuitos del idioma ruso.
"Es mejor que proporcionen un acceso normal al Kremlin y al Gobierno", comenta al respecto Anastasia Onéguina, directora de Reuters Rusia. Yulia Tsepliáieva, de Merrill Lynch, también señala que las peticiones de entrevista con funcionarios rusos son denegadas en 7 de cada 10 casos. Para ser recibido por un ministro, los inversores necesitan buscar algún enchufe al nivel de subjefes del respectivo departamento, cuenta ella.
Los inversores extranjeros van recibiendo desde Rusia señales muy encontradas, constata Martin Smith, director gerente de West Bridge Consulting. Algunos ministros rusos, según él, mantienen contactos con los inversores pero el efecto se reduce a cero durante las fiestas navideñas a causa de los cortes en el suministro del gas que preocupan a Europa. Smith cree que la campaña de imagen podría costarle a Rusia entre 200 y 300 millones de dólares.
