LUKoil estudia la posibilidad de construir una refinería en América Latina en el marco del proyecto de formación de una empresa conjunta con la venezolana PDVSA, anunció ayer el vicepresidente de la petrolera rusa, Andrei Kuziáev. Según sus palabras, aún no se decidió en qué país sería instalada la planta. Al propio tiempo, Kuziáev dijo que los productos refinados que lanzará la futura empresa se comercializarán en los mercados externos.
Las participaciones de LUKoil y de PDVSA en la empresa conjunta serán del 40% y del 60%, respectivamente. No hay obstáculos algunos para operar en Venezuela, afirmó el señor Kuziáev. Pero la semana pasada otro vicepresidente de LUKoil, Leonid Fedun, planeó la necesidad de que Venezuela diera garantías correspondientes. Cabe señalar que la política de nacionalización de los yacimientos de hidrocarburos obligó a ExxonMobil y a ConocoPhilips a retirarse de Venezuela.
Venezuela es el segundo productor latinoamericano de derivados de petróleo después de Brasil. En el territorio venezolano se encuentran 10 refinerías con capacidad de 95,7 millones de toneladas, mientras Brasil dispone de 13 plantas que refinan 100,2 millones de toneladas de crudo al año.
Valeri Nésterov, analista de la compañía Troika Dialog, dice que Venezuela es uno de los países más atractivos del mundo para la construcción de refinería por contar de amplios mercados de venta de productos refinados, incluido el de EEUU. No obstante, la construcción de una nueva planta de refinación de crudo es un proyecto costoso y se tardará de dos a tres años en llevarlo a la práctica, sostiene el experto.
