La demanda de ideas socialistas en Rusia tiende a aumentar, según demuestran los resultados de una encuesta realizada por el Centro VTsIOM.
El 52% de los entrevistados quiere que el futuro dirigente del país sea "un político de izquierdas y un partidario de la justicia social", frente al 20% que prefiere ver en el Kremlin a un adepto de la economía de mercado. El 9% se muestra descontento con lo uno y con lo otro, diciendo que hace falta "alguien diferente", y el 19% parece preocuparse muy poco por el perfil político del mandatario que salga de las urnas en marzo de 2008: "votarán con el corazón".
Más de la mitad, el 54%, cifra las esperanzas en un partidario del Estado fuerte, y apenas el 7% quiere minimizar la intervención de los organismos públicos en la vida del ciudadano.
"Preguntados por las características personales del futuro líder, la mayoría de los ciudadanos se pronuncian por un presidente fuerte, cuidadoso y orientado a los temas sociales", explica Alexei Makarkin, del Centro de tecnologías políticas. "La actitud cambia con la convocatoria de las elecciones, pues la gente empieza a fijarse en otros factores, por ejemplo, hasta qué punto un pretendiente es capaz de desempeñarse como jefe del Estado. Tratándose de un candidato de izquierdas, la gente repara en su capacidad de cumplir las promesas", señala el experto. Como resultado, los electores votan por "una personalidad que reúne las cualidades del presidente", no por una política determinada, al decir de Makarkin.
De acuerdo con la encuesta de VTsIOM, el 43% de los rusos define como "socialista" el rumbo económico que debería aplicar el futuro presidente, frente al 22% que opta por "una línea de mercado".
