India anunció la convocatoria de un concurso internacional para escoger al futuro proveedor de 126 cazas multipropósito, un contrato a largo plazo cuyo importe es superior a 10 mil millones de dólares. Nueva Delhi envió invitaciones oficiales a seis empresas, las mayores productoras mundiales de aviones de combate. En opinión de algunos expertos, la selección podría verse influida por factores políticos.
"Durante muchos años, India priorizó la cooperación técnica militar con la Unión Soviética y, más tarde, con Rusia, comprando primero las armas y obteniendo luego las respectivas licencias para su producción", recordó Guennadi Yevstáfiev, ex agente del Servicio ruso de Inteligencia (SVR) y, en la actualidad, asesor jefe del Centro PIR. "Dicho esquema ya les queda estrecho a los hindúes, así que quieren escoger por cuenta propia entre los mejores productos que hay en el mercado mundial de material bélico", agregó el experto.
El acuerdo de cooperación nuclear entre Nueva Delhi y Washington, según Yevstáfiev, podría cambiar la orientación hindú en materia de política exterior.
Aprobado por Nueva Delhi en julio pasado, dicho documento contempla el suministro de combustible y equipos estadounidenses para las plantas hindúes de energía nuclear. Washington embargó esas exportaciones hace casi 30 años, porque India había realizado pruebas nucleares y no quería incorporarse al Tratado de la No Proliferación Nuclear (TNPN). Hoy en día, EEUU prefiere hacer la vista gorda ante esta última circunstancia y se justifica diciendo que India no vende tecnologías nucleares a otras naciones, mientras que algunos países firmantes del Tratado - una alusión clara a Irán - incumplen las cláusulas de dicho documento.
Los efectos del nuevo acuerdo entre EEUU e India "no se limitan a la cooperación en materia de la energía nuclear de uso civil", subrayó Yevstáfiev. "Se extienden también a otros ámbitos, incluido el militar, lo cual permite a EEUU desplazar a Rusia del mercado hindú de armamentos con el transcurso del tiempo", agregó.
La implementación de este acuerdo podría influir en el futuro contrato de cazas multipropósito. Es probable que, por razones políticas, Nueva Delhi decida adjudicarlo a Lockheed Martin o a Boeing, dejando a las empresas europeas, incluida la rusa MiG, con las manos vacías.
