Occidente que todavía no hace mucho se empeñaba en imponer el plan de Ahtisaari, ahora propone resolver el problema de Kosovo repartiendo esta provincia entre dos comunidades enfrentadas entre sí: la serbia y la albanesa. En opinión de expertos, Rusia debería aprovechar en interés propio las fórmulas de arreglo promovidas por Occidente.
"La proclamación unilateral de la independencia de Kosovo y su reconocimiento por las potencias occidentales le otorgará a Moscú el derecho a plantear la cuestión de reconocer la independencia de Osetia del Sur, Transnistria y Abjasia, se muestra seguro Andrei Shemiakin, subdirector del Instituto de Eslavística (Academia de Ciencias de Rusia)-. Lo mismo es válido en relación con Kosovo y a la aplicación de esta fórmula al Cáucaso. También allí se podría trazar una divisoria entre las zonas de mayoría poblacional abjasia, georgiana y oseta. Respecto a los conflictos kosovar, abjasio y suroseta debe aplicarse el principio único del Derecho Internacional".
Estos meses últimos, los norteamericanos y europeos occidentales, que no dejan de machacar la singularidad del caso kosovar, se desviven por eludir tales analogías. Precisamente por esta razón fue engavetado el plan de reparto según el principio étnico. "El reparto de Kosovo en función del principio étnico se debatía enérgicamente hace unos años por la élite política mundial, aun antes de que a esta labor se hubiera incorporado Martti Ahtisaari", hizo recordar Konstantín Nikíforov, director del Instituto de Eslavística.
Por aquellas fechas, las autoridades de Belgrado se opusieron a este plan. Seguras de que podrían mantener Kosovo bajo su jurisdicción, no querían escuchar nada sobre reparto alguno. Hoy, en cambio, parece que los albanokosovares no aceptarán este plan. Además, Occidente debe estar consciente de que el reparto de Kosovo permitiría aplicar la misma fórmula de arreglo a los conflictos interétnicos también a los conflictos en el espacio postsoviético, donde las potencias occidentales hasta ahora propugnaban la soberanía y la integridad territorial de Moldavia y Georgia", destacó Nikíforov.
