Nikolai Bordiuzha, secretario general de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, manifestó ayer que la OTSC está dispuesta a cooperar con la coalición antiterrorista que, liderada por EEUU, actúa en Afganistán. Ofreciendo su asistencia al país en que las tropas de la coalición se enfangaron tanto como en su época las tropas soviéticas, Rusia no pierde nada, pero sí puede ganar mucho.
Lo dicho por Bordiuzha es tan sólo un primer paso. La OTSC tiene un aliado potencial bastante fuerte: China. En fechas o semanas próximas será firmado el protocolo de cooperación entre la OTSC y la Organización de Cooperación de Shanghai, una de cuyas cláusulas estipularía esfuerzos conjuntos en el "arreglo postconflicto" en Afganistán.
Mijaíl Marguélov, presidente del comité para asuntos internacionales en el Consejo de la Federación (cámara alta del parlamento ruso): De lo estable que sea Afganistán depende la estabilidad en Asia Central y las regiones islámicas de Rusia. Ya hace tiempo planteamos la necesidad de diseñar un plan de asistencia a Afganistán. La coalición internacional que lucha contra los talibán no será duradera. Cualquier eliminación es una tarea táctica, mientras la tarea estratégica es edificación.
Ruslán Grinberg, director del Instituto de Economía (Academia de Ciencias de Rusia): Rusia debe impedir que los talibán retornen al poder. Para cumplir esta tarea todos los métodos son buenos. A mí me cuesta trabajo concebir una cooperación económica entre nuestros países en pide de los principios de mercado. Por lo tanto, supongo que la ayuda financiera por parte de Rusia será canalizada en primer término al apoyo del régimen democrático y a la reconstrucción del país.
Alexandr Rahr, director de programas para Rusia y la CEI en el Consejo Alemán de Política Exterior: Es una estrategia acertada y perspicaz. En caso de que EEUU se retire de Iraq, la OTAN difícilmente se quedará por mucho tiempo en Afganistán. Rusia diseña su política con vistas al futuro. La OTAN puede retirarse de Afganistán ya el próximo año. Esta alianza nunca protegerá a Rusia ni a los Estados de Asia Central. Simplemente no estará en condiciones de hacerlo. Y la reedición de los sucesos ocurridos en 1999-2000 no tardará en expandirse a Chechenia y otras regiones. Es decir, ahora Rusia está tomando medidas preventivas, de autodefensa.
