París, 20 de julio, RIA Novosti. El primer ministro de Gran Bretaña, Gordon Brown, ha subrayado que su país se vio obligado a tomar decisión difícil como respuesta a la negativa de Rusia a extraditar al empresario Andrei Lugovói acusado por las autoridades británicas del asesinato del ex oficial del FSB, Alexandr Litvinenko.
"Nos vimos obligados a tomar tales medidas para restablecer el orden y la justicia", dijo Brown, al comentar en rueda de prensa junto con el presidente francés la situación en torno al "caso Litvinenko".
Nicolas Sarcozy a su vez subrayó que Francia se solidariza de lleno con Gran Bretaña. "Se trata de una cuestión de principios y de una solidaridad democrática", dijo.