El «Giro a la izquierda» en América Latina

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Moscú, ILA, 2007.  - 216 págs.

Los artículos reunidos en esta recopilación están centrados en el análisis de los procesos que vienen desarrollándose en los últimos años en Latinoamérica y que en varios países de la región han encumbrado en el poder a líderes con orientación de izquierda. La llamada deriva a la izquierda suscita notable interés en los medios científicos de Rusia y otros países. En la recopilación queda reflejada la disparidad de criterios sobre este fenómeno, lo cual permite al lector contemplar el objeto de investigación desde diferentes posiciones.

ÍNDICE

PREFACIO

La presente recopilación recoge los resultados de varias conferencias y análisis situacionales que se llevaron a cabo en el Instituto de Latinoamérica de la Academia de Ciencias de Rusia en los años 2006 y 2007 al objeto de estudiar el balance de las elecciones presidenciales que tuvieron lugar durante el mencionado período en la región y a raíz de las cuales, por primera vez en casi cuarenta años, en todo un grupo de países, ascendieron al poder líderes de izquierda. El fenómeno de la "deriva a la izquierda" -a primera vista, inopinado y que en cierto modo trae a la memoria la teoría del dominó- no sólo ha suscitado elevado interés entre los expertos nacionales y extranjeros, algunos de los cuales por costumbre han empezado a ataviar con ropajes rojos a América Latina a partir del momento en que el líder venezolano Hugo Chávez proclamara la construcción del «socialismo del siglo XXI ».

Se trata no simplemente de notables cambios en el mapa político de la región. El "giro a la izquierda" ha tenido repercusiones sustanciales y bastante dispares en cuanto al posicionamiento de los países rectores en el plano de la política mundial, desembocando en la aparición de nuevos escenarios geopolíticos en buena medida inesperados. Han cobrado relieve ciertas peculiaridades contradictorias en la cultura política de los nuevos líderes, las cuales se manifiestan, en particular, en sus relaciones personales.

¿Cuál va a ser el ciclo de vida de las "nuevas izquierdas", en qué medida lograrán enfrentar los ingentes problemas sociales acumulados durante la década en que América Latina se empeñó en asimilar el modelo neoliberal de desarrollo? ¿Hasta que punto es estable el respaldo de masas con que cuentan, habida cuenta de que la mayoría de los casos los nuevos líderes fueron llevados al poder por los votos de protesta? Y así las cosas, ¿qué nuevas perspectivas se perfilan en el campo de la integración latinoamericana, cuál es el alcance real de los grandes proyectos de cooperación proclamados por los líderes de la "ola de izquierda", como el ALBA (Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe) y la constitución de la Comunidad Sudamericana de Naciones?

Los autores de los textos recopilados -si bien coinciden en que en varios casos entre esos regímenes que aparentemente son del mismo tipo, hay muchas más diferencias que similitudes-, no han logrado elaborar al respecto una clasificación única, reconociendo al mismo tiempo que el término de «izquierdas» está moralmente caduco y no siempre refleja adecuadamente su ideología y práctica política real. En gran medida esto se explica por el hecho de que la presente recopilación se ha preparado a partir, como quien dice, de "huellas frescas", cuando en varios casos los nuevos regímenes apenas llevaban unos meses instaurados.

En la recopilación se recogen pareceres divergentes -en muchos casos, hasta contrarios- sobre los procesos indagados, lo cual refleja realmente el hecho de que en la comunidad científica nacional, en contraste con lo que ocurría en la época soviética, no existe uniformidad en la interpretación del fenómeno tratado. Esto, a su vez, ofrece al lector una excelente oportunidad de conocer distintos enfoques, de contemplar el objeto de investigación desde diferentes ángulos de vista.

La estructura de la recopilación consta de tres partes. En la primera nos hemos considerado en el deber de exponer los criterios mantenidos en esta cuestión por el recién finado Kiva Maidanik, corifeo de la latinoamericanística patria, que dedicó toda su vida científica al estudio del movimiento de izquierda en la región y finalmente pudo asistir a su renacimiento.

En la segunda y la tercera partes se presentan algunos enfoques de carácter metodológico general y del estudio de la práctica política concreta en los países que, aunque sólo sea por criterios formales, pueden ser incluidos entre los que recorre la "ola de izquierda".

Por último, señalemos que esta es solo una primera "aproximación" al tema de la "deriva a la izquierda". Los artículos recopilados dejan muchas cuestiones sin responder. Nuestro Instituto planea llevar a cabo en los próximos años una investigación monográfica a fondo de dicha problemática.

 

Vladimir P. Sudarev

 

PARTE I. «La cuarta ola» (Acerca del ciclo de desarrollo socio-político de América Latina. Un vistazo desde la izquierda)

1.1. El neoliberalismo y el «fin de la historia»

1.2. Premisas del giro

1.3. La crisis del hegemonismo neoliberal y el desarrollo unilineal

1.4. «De la resistencia a la ofensiva...» 

1.5. Cambios en la izquierda latinoamericana 

1.6. Dificultades, contradicciones, perspectivas

 

PARTE II. Algunas regularidades del «giro a la izquierda»

2.1. El «giro a la izquierda» en América Latina: unidad de los contrarios y nuevos vectores de la geopolítica

2.2. Consideraciones generales acerca de la «deriva a la izquierda»

2.3. Fundamentos metodológicos para el estudio del fenómeno de «giro a la izquierda»

2.4. Acerca del llamado giro a la izquierda y el auge civilizacional

 

PARTE III. Situaciones en países concretos

3.1. Argentina

3.2. Bolivia

3.3. Brasil

3.4. Venezuela

3.5. México

3.6. Nicaragua

3.7. Perú

3.8. Uruguay

3.9. Chile

3.10. Ecuador

CONCLUSION

Los diversos ejemplos de comportamiento político de los gobiernos de orientación izquierda, de que se ha tratado en estas páginas, permiten presentar en síntesis los rasgos característicos de la "deriva a la izquierda" en América Latina. Este fenómeno se ha producido a partir de premisas objetivas, en conexión directa con los gravísimos efectos sociales de las reformas neoliberales emprendidas en los años 90 del siglo pasado. Precisamente estas reformas contribuyeron a la formación del potente electorado protestatario que llevó al poder a líderes de orientación nacionalista. En principio, por ahora se conservan las condiciones internas que favorecieron el triunfo electoral de las izquierdas, como lo han demostrado las elecciones de 2006 en Nicaragua, Venezuela y Ecuador.

Por otra parte, conviene tener en cuenta que las situaciones concretas que se dan en cada uno de los países abarcados por la ola "de izquierda" se diferencian notablemente entre sí. Por ejemplo, prácticamente no hay punto de comparación entre la situación de Argentina y la que se da en Bolivia. En el primer caso, observamos notables progresos tanto en el plano de la estabilidad política como en lo que atañe al crecimiento socio-económico. En el segundo, una brusca agravación de la situación en el país y una evidente fragmentación de las fuerzas que inicialmente respaldaron en bloque a E. Morales.

El ciclo de vida de varios regímenes nacionalistas de izquierda puede resultar bastante corto. En primer lugar, debido a la inestabilidad del propio electorado protestatario y, segundo, por el alto riesgo político de que no se realicen las esperanzas -por regla general, netamente exageradas- de las "capas bajas" de la ciudad y el campo, socialmente movilizadas en el marco de las campañas electorales.

De ahí que la solidez de los regímenes de orientación izquierda vaya a depender del monto de recursos líquidos de que dispongan las autoridades para llevar a cabo los programas sociales anunciados, o bien (principalmente, en el caso de países pequeños) de su capacidad para pasar al modelo de "relaciones de clientela" con grandes estados de orientación similar y con holgada dotación de recursos.

Otro dato de no poca importancia es que los nuevos líderes tienen que actuar en el marco de sistemas políticos en gran medida corruptos y que ellos mismos con su entorno se ven involucrados en escándalos de corrupción, como los que salpicaron al presidente brasileño Lula, que en la primera vuelta de los comicios del 1 de octubre de 2006, en que se presentaba para renovar su mandato, no obtuvo el necesario respaldo del 50% de votos más uno, aunque unos meses antes de las elecciones se daba por asegurado su triunfo en la primera votación.

Las reformas radicales del sistema de administración del Estado, como las que procuran realizar H. Chávez y, con menos éxito, E. Morales, conducen inevitablemente a la intensificación de las tendencias autoritarias, lo cual a su vez favorece el reforzamiento de la oposición interior y perjudica la imagen internacional de estos países. Se crea así un círculo vicioso, ya que en el marco de los sistemas de democracia representativa tal como ésta existe en América Latina, es poco probable que se pueda llevar a cabo reformas reales. Para ello se requiere una cultura política inspirada en la tolerancia y la búsqueda de compromisos, de la que al menos los líderes arriba mencionados no hacen alarde.

En varios países, la radicalización de los métodos de conducción de la política interior y exterior puede dar lugar a la aparición de regímenes híbridos que se apoyen en una retórica populista (con buena dosis de antinorteamericanismo), pero que se revelen incapaces de conservar por largo tiempo el apoyo del electorado de inspiración radical. Su supervivencia va a depender en alto grado de la capacidad que ostenten para controlar y, por tanto, "tener bien nutridas y contentas" a las estructuras de fuerza (fuerzas armadas, servicios de seguridad). Sin embargo, según demuestra la experiencia latinoamericana, incluso después de las correspondientes purgas (como ocurrió en Venezuela tras la intentona golpista de abril de 2002) puede llegar un momento en que dichas estructuras se desmanden y encumbren en el poder a un nuevo líder.

Por lo que se refiere a los intentos de crear estructuras paramilitares paralelas (por ejemplo, los comandos bolivarianos en el caso, una vez más, de Venezuela), ello entraña altos riesgos políticos. Las fuerzas armadas regulares, en cuanto corporación única, rara vez se avienen a que se les arrebate el monopolio de la tenencia de armas. Además, las propias formaciones paramilitares, reclutadas principalmente en las capas bajas de la ciudad y el campo, se descontrolan fácilmente, pudiendo optar por emplear las armas a su antojo, lo cual entraña el peligro de que se genere una atmósfera de caos y violencia.

Dentro de este panorama parece que en la corriente general de la "deriva a la izquierda" en América Latina se están formando dos tendencias. La primera va dirigida al desarrollo de una política estatal de orientación social, con reducción de la pobreza extrema y elevación del nivel de vida de la población; la segunda conduce gradualmente a la radicalización de los regímenes políticos transformando la idea del bienestar del pueblo en un instrumento de lucha política de cara al interior y al exterior del país.

Así las cosas, desde el punto de vista del mantenimiento de la estabilidad política -condición indispensable para llevar a buen puerto las reformas- el guión que ofrece mejores perspectivas es el de avanzar por las vías de reforma de la sociedad de modo escalonado, por medio de soluciones de compromiso, una estrategia de la que se advierten indicios en el acontecer de estos últimos años en Brasil, Argentina y Chile.

Nadezhda Yu. Kudeyárova

Anexos 

Cuadro 1. Resultados de las elecciones en América Latina

Cuadro 2. América Latina:  indicadores de pobreza y miseria

Cuadro 3. Dinámica de la pobreza en los países latinoamericanos

http://www.ilaran.ru/?n=447

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