Vladímir Putin y George Bush decidieron concluir sus mandatos presidenciales sin "perder a EEUU" y "sin perder a Rusia", respectivamente. Expertos sostienen que el más interesado en la cumbre de Kennebunkport era Bush. Y fue precisamente el inquilino de la Casa Blanca quien sacó provecho de sus resultados.
Alexandr Konoválov, presidente del Instituto de Evaluaciones Estratégicas: De facto, las partes se muestran dispuestas a cooperar. Ambos mandatarios quieren dejar gratos recuerdos y no una nueva edición de la Guerra Fría. La cumbre de Kennebunkport ha evidenciado la afinidad de posiciones (salvo algunos detalles) sobre el problema nuclear iraní: No se puede admitir que este país se haga con arma nuclear. El mero hecho de proponer usar conjuntamente con EEUU nuestros radares antimisiles muestra que Rusia reconoce de facto la existencia de amenaza desde el sur.
Anatoli Utkin, director del Centro de Estudios Internacionales (Instituto de EEUU y Canadá, subalterno de la Academia de Ciencia de Rusia): Si durante la cumbre hubiera sido obtenido un resultado de importancia, tal como, digamos, la renuncia a instalar el radar en la República Checa, Bush podría ser sometido a moción de censura. El sistema político de EEUU difiere del de Rusia o del Irán, donde las decisiones tomadas por Putin o Ahmadineyad adquieren fuerza de ley. Pero también importa mantener las relaciones a un buen nivel. Ambos presidentes salientes aún pueden aportar su grano de arena para el futuro de sus naciones. Al parecer, ambos decidieron pasar a los anales de la historia como figuras que no perdieron a Rusia ni a EEUU.
Iván Safranchuk, director de la delegación moscovita del Instituto de Seguridad Mundial: El que más necesitaba la reunión era Bush. En 2000, le espetó a Albert Gore, su rival en los comicios presidenciales: "Vosotros habéis perdido a Rusia". Y ahora, ¿se podrá reprochar a Bush por haber fallido en mantener normales relaciones con Rusia? Cómo no. E incluso existe la tentación de aprovecharlo vil y cínicamente en el marco de la actual campaña electoral.
Dmitri Orlov, director general de la Agencia de Estudios Políticos y Económicos: El más necesitado en la cumbre era Bush, pues quería demostrar que las relaciones con Rusia no se echaron a perder irremediablemente. Los resultados también son favorables para el mandatario norteamericano: Bush, en esencia, no hizo una sola concesión de las que podía haber hecho.
