La corporación rusa Gazprom y la italiana Eni se han puesto de acuerdo para construir un nuevo gasoducto llamado South Stream ("Corriente Meridional") hacia Europa. La tubería será capaz de transportar hasta 30.000 MM de metros cúbicos al año y podría costar, según las estimaciones de expertos, más de US$5.500 MM.
Un tramo de 900 Km. será tendido en el fondo del Mar Negro, de la costa rusa a la búlgara. En Bulgaria, el gasoducto podría bifurcarse en dos tuberías: una, hacia Italia, y la otra, hacia Eslovenia y Austria, según precisó tras la suscripción del respectivo acuerdo Paolo Scaroni, jefe de Eni. El proyecto será ejecutado dentro del plazo de tres años desde que se hayan obtenido todos los permisos necesarios, dijo el empresario italiano.
Eni y Gazprom pretenden repartirse los gastos en partes iguales aunque el importe exacto del proyecto y las respectivas participaciones se van a definir más tarde, cuando la italiana Saipem haya preparado las especificaciones técnicas.
Ambas corporaciones han gastado ya US$3.300 MM en la construcción del gasoducto Blue Stream ("Corriente Azul"), tubería de 760 Km. que atraviesa el Mar Negro y conecta a Rusia con Turquía. De momento, la obra no se ha vuelto rentable porque el volumen del tráfico a través de Blue Stream no llega siquiera a la mitad de las capacidades existentes.
El nuevo gasoducto balcánico hará competencia a Nabucco, proyecto que prevé el suministro del gas procedente de Turquía al mercado austriaco, vía Bulgaria, Rumania y Hungría. Su construcción correrá a cargo de cuatro empresas: la turca Botas, la húngara Mol, la búlgara Bulgargaz y la rumana Transgaz.
El presidente ruso Vladímir Putin ha manifestado ya su respaldo al proyecto, al afirmar que "contribuirá a mejorar la situación energética en toda Europa".
El gasoducto South Stream debe demostrar a los europeos que Gazprom no piensa concentrarse en las exportaciones al mercado asiático, piensa Valeri Nésterov, experto de la empresa Troika Dialogue. Para el monopolio gasífero ruso, según el analista, será una oportunidad de afianzarse en el norte yen el sur de Europa sin necesidad del tránsito a través de Ucrania, que "a veces se vuelve impredecible".
