El decreto de Vladímir Putin que suspende la participación de Rusia en el Tratado sobre las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE) ya está redactado, según las fuentes solventes en el Ministerio ruso de Defensa.
Lo que todavía está por definir es la fecha para divulgar este documento: antes o después de la cumbre Bush-Putin que está prevista para los días 1 y 2 de julio en Kennebunkport, en EEUU.
El Kremlin no ha decidido aún cuál de las dos variantes implica mayores ventajas políticas: presentarse para la reunión con las cartas ya descubiertas y una resolución ya aprobada o esperar primero a que concluyan las negociaciones entre ambos líderes. Todo indica que nadie pone en duda los futuros resultados de la cumbre. Cada una de las partes va a persistir en su opinión, tanto en lo que respecta al sistema estratégico de defensa antimisil en Europa como en lo relativo a la ratificación de la versión adaptada del FACE.
El decreto en cuestión no se ha hecho público aún pero Rusia ya no admite a inspectores militares de la OTAN. Los últimos llegaron antes de la Conferencia de Viena, foro extraordinario de los países miembros del FACE celebrado por iniciativa de Moscú los días 11-15 de julio. Los países occidentales desoyeron las propuestas de Rusia en dicha reunión, tras lo cual Moscú denegó a dos delegaciones militares - una, procedente de Hungría, y la otra, de Bulgaria - el acceso a sus unidades militares.
"Son personas adultas y deben de entender de qué va la cosa", dijo a Nezavisimaya Gaceta un funcionario de Defensa.
EEUU y la OTAN hacen referencia a los acuerdos logrados en Estambul, en 1999, y exigen la retirada inmediata de los militares rusos desde Transnistria, así como la modificación del formato de la misión de paz desplazada en esta república rebelde. Moscú ha respondido a esta demanda con un ultimátum, advirtiendo que va a abandonar el Tratado FACE, si su versión adaptada no queda ratificada para el 1 de julio de 2008. Y entretanto, suspenderá su participación para dejar claro que no son palabras hueras.
El Tratado FACE no contempla la posibilidad de una moratoria sobre el cumplimiento, por lo cual el decreto de Vladímir Putin se va a amparar en ciertas circunstancias de fuerza mayor y dará por suspendidas las inspecciones militares extranjeras en el territorio de Rusia, así como el traspaso de información concerniente a los traslados de efectivos militares y material bélico en la parte europea de Rusia.
