Irán se va distanciando cada vez más con respecto a Rusia para continuar por cuenta propia su travesía nuclear. El próximo 24 de mayo, el Consejo de Seguridad de la ONU procederá a debatir el nuevo paquete de sanciones contra Teherán, que se resiste a suspender las obras de enriquecimiento de uranio. La dirección iraní no quiere salir al encuentro de la comunidad internacional y, por lo tanto, no puede confiar ahora en el respaldo por parte de Moscú, como en el pasado. Consciente de ello, Iran trata de reforzar el grado de su autonomía nuclear y encontrar aliados más convenientes como Venezuela, Siria o Bielorrusia.
El presidente iraní Mahmud Ahmadineyad inicia hoy una visita oficial de dos días a Minsk, que tiene igual interés por el desarrollo de contactos con Teherán. A diferencia de la parte iraní, la cual busca apoyo político en Bielorrusia, esta última quisiera ampliar la cooperación económica, especialmente, en el terreno energético.
Las relaciones entre Bielorrusia e Irán se intensificaron el pasado año, en el contexto de la inminente subida del precio de hidrocarburos rusos para Minsk y Teherán. A Bielorrusia le gustaría participar en la explotación de yacimientos petroleros en el territorio de Irán. "Nuestro trabajo en Venezuela, Irán y Azerbaiyán apunta, en primer término, a la extracción del crudo desde fuente locales", admitió el otro día Mijaíl Osipenko, subjefe de la petrolera pública bielorrusa Belneftechim.
El portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Mohammad Alí Hosseiní, subrayó ayer que "no habrá marcha atrás" en el programa nacional de energía nuclear civil y en la construcción de las centrales atómicas. Los técnicos iraníes, según los comunicados oficiales, han empezado a construir una central nuclear con capacidad de 360 megavatios, sin esperar a que Rusia complete el proyecto de la planta nuclear en Bushehr cuyo reactor de 1.000 megavatios debe entrar en servicio hacia finales de este año o a principios de 2008.
Para el año 2020, Irán se propone crear una red de centrales nucleares con potencia total de 20.000 megavatios, recuerda en un extenso artículo el periódico iraní en idioma inglés Tehran Times. El rotativo dedica al proyecto de Bushehr un solo párrafo, al constatar que la inauguración solemne de esta planta, retrasada a causa de "una discusión sobre los pagos", tendrá lugar el año que viene.
