Los hidrocarburos fueron el tema clave de dos cumbres que tuvieron lugar la semana pasada en Polonia y Turkmenistán pero el efecto económico de ambas reuniones es mucho más modesto que los resultados políticos.
Los dirigentes de cinco países que se dieron cita en Cracovia (Polonia) acordaron promover la construcción del oleoducto Odesa-Gdansk, pero no las garantías en cuanto al volumen que sería transportado a través de esta tubería. En la otra cumbre, celebrada en la ciudad turkmena de Turkmenbashí (antigua Krasnovodsk), el presidente de Rusia, Vladímir Putin, convenció a sus homólogos kazajo y turkmeno de que es necesario tender un gasoducto a lo largo de la costa del Mar Caspio, desde Turkmenistán hacia Rusia, pero no pudo persuadirlos contra un proyecto alternativo, de tubería construida a través de este mar.
La "guerra de las tuberías", por tanto, va a continuar hasta que sean celebradas dos nuevas reuniones al máximo nivel: una en Turkmenistán, en septiembre próximo, y la otra, en Lituania, un mes más tarde.
Para 2014, el transporte anual del gas centroasiático hacia Rusia habrá aumentado de 60 a 90 mil millones de metros cúbicos sin que se sepa ahora quién y cómo venderá la cantidad extra de 30 mil millones de metros cúbicos procedentes de Turkmenistán, Kazajstán y Uzbekistán. No hay garantía de que lo haga el grupo ruso Gazprom y es probable que los dirigentes kazajo y turkmeno exijan a Putin en septiembre crear una empresa conjunta, operadora del nuevo gasoducto. No hay duda de que a Gazprom se le van a pedir concesiones capaces de erosionar su actual monopolio sobre la exportación del gas a Europa.
Putin no consiguió que los dirigentes centroasiáticos renunciaran a la idea de una tubería transcaspia, impugnada por Gazprom. Los presidentes de Kazajstán y Turkmenistán manifestaron claramente el deseo de continuar la discusión de este proyecto, que podría ser implementado a espaldas de Rusia, conectarse al gasoducto europeo Nabucco y transportar hacia Europa el gas procedente de Azerbaiyán, y a la larga, también de Turkmenistán e Irán. También es posible que los tramos kazajo y turkmeno de la tubería construida en la costa del mar se integren a futuro en el gasoducto transcaspio.
Los claros ganadores de las cumbres que tuvieron lugar la semana pasada son Azerbaiyán, Kazajstán y Turkmenistán. Tendrán un margen de maniobra más amplio en las futuras negociaciones con Chevron, Exxon Mobil, BP, Eni, multinacionales que se encargarán de extraer hidrocarburos en la zona del Caspio. En lo que respecta a Rusia, Uzbekistán y cuatro de las cinco naciones representadas en la cumbre de Cracovia (Ucrania, Polonia, Lituania y Georgia), no consiguieron más que retener las posiciones actuales.
