El presidente de Ucrania, Víctor Yúschenko, se da cuenta de haber violado la Ley Fundamental con su decreto sobre la disolución del Parlamento y optó por destituir a dos magistrados del Tribunal Constitucional para evitar un veredicto desfavorable, opina Mijaíl Pogrebinski, director del Instituto ucraniano de conflictología y estudios políticos.
Lo más probable, en opinión de este politólogo, es que Yúschenko intente ahora desestimar las anteriores resoluciones del TC, presente un ultimátum al Gobierno para que empiece la financiación de la campaña electoral e imponga sanciones, si los ministros se resisten a hacerlo.
"El Gabinete necesita la aprobación parlamentaria para financiar la campaña. De lo contrario, cometería una infracción legal. De este modo, cabe esperar la destitución violenta del Gobierno y algunas acciones contra el Parlamento", piensa él.
El mandatario ucraniano se puso inequívocamente del lado de opositores radicales y dio a entender a la sociedad que no piensa respetar la Constitución ni otras leyes en vigor.
El comentarista de la emisora Mayak, Dmitri Kiseliov, cree que Víctor Yúschenko destruye al Estado ucraniano, no sólo al Tribunal Constitucional. En realidad, destruye el instituto de la presidencia como tal, al minar su credibilidad.
