Arriba a la capital rusa el recién elegido presidente turkmeno Gurbangulí Berdimujamédov. Es su primera visita oficial a Rusia y segundo viaje internacional en calidad de Jefe de Estado. En opinión de experto, la visita de Berdimujamédov indica que está propenso a promover la política de acercamiento a Rusia.
El tema central de las negociaciones será la cooperación bilateral en el sector energético. No se descarta que el acrecido interés del Kremlin hacia el mandatario turkmeno se deba a la intensa actividad desarrollada por EEUU en Turkmenistán. En marzo pasado, estuvo en la capital turkmena Ashjabad, Steven R. Mann, auxiliar del secretario de Estado para los países de Asia Central y del Sur para estudiar la posibilidad de reanimar el proyecto de construcción del gasoducto transcaspio que envolviera a Rusia. A mediados de abril, Matthew J. Bryza, auxiliar del secretario de Estado para Europa y Eurasia, expresó que EEUU se proponía abrir un nuevo capítulo en sus relaciones con Turkmenistán.
Pero parece que esta "zanahoria" es insuficiente para que Turkmenistán intensifique su cooperación energética con Azerbaiyán (justamente a eso se reducen los proyectos norteamericanos). El "látigo", en forma de amenazantes pronósticos sobre un posible retorno de los talibán a la frontera afgano-turkmena (formulados por varios cargos oficiales de Washington), sólo puede generar en Ashjabad un rechazo de los planes de reducir la dependencia energética de Europa respecto a Rusia.
En opinión de Arkadi Dubnov, experto en temas de Asia Central, la visita del líder turkmeno es algo más que una visita de cortesía. "Las relaciones entre Moscú y Ashjabad están entrando en una fase nueva. Moscú no pudo dejar de hacerse eco de una política expresamente prorrusa aplicada por Gurbangulí Berdimujamédov", comentó Dubnov.
"Las relaciones comerciales ruso-turkmenas están cobrando pujanza. ¿Influirá el mejoramiento de éstas en la política humanitaria del líder turkmeno? Esperamos que las autoridades turkmenas no tardarán mucho en reanimar la enseñanza en el idioma ruso y poner en libertad a los presos políticos. Para Ashjabad más vale gorrión en mano que halcón volando. Rusia sigue siendo para Turkmenistán un cliente seguro que paga", agregó Dubnov.
