Moscú, 23 de marzo, RIA Novosti. La falta del progreso en la lucha contra los talibán y en la reconstrucción socio-económica de Afganistán ha planteado ante las fuerzas internacionales ISAF la tarea de lograr un viraje radical, escribe "Nezavisimoe voennoe obozrenie" /Revista militar independiente/.
La OTAN aspira a conseguir los siguientes objetivos en Afganistán:
- derrotar los fundamentales grupos armados de los talibán, que controlan las provincias meridionales y orientales del país y liquidar físicamente a los más influyentes líderes políticos y militares de ese movimiento;
- salir hacia la frontera afgano-paquistaní y crear zonas de seguridad a todo su largo;
- garantizar la realización de la reconstrucción socio-económica de los territorios liberados de los talibán;
- lograr acuerdos de cooperación con los líderes de las tribus pushtúes que viven a ambos lados de la frontera afgano-paquistaní.
Para cumplir estas tareas hace falta llevar a cabo una operación militar (primavera -verano de 2007) en varias provincias afganas simultáneamente. Su plan fue elaborado con participación del general Bantz John Craddock, comandante de las Fuerzas Unificadas de la OTAN en Europa.
Una "respuesta por parte de los talibán" consistiría en lanzar ofensiva contra Kandahar, realizando al mismo tiempo numerosos atentados en Kabul y la toma de centros poblados en diversas provincias del país. Pueden desempeñar un sustancial papel en ello los kamikazes y la "guerra de minas", la que ha segado ya numerosas vidas de los soldados de la coalición occidental, policías locales y militares del Ejército de Afganistán.
Las principales unidades de combate se conciertan ahora en las provincias de Kandahar y Helmand. El peso fundamental de la operación que se realizará en la parte Sur del país recaerá sobre los contingentes estadounidense (26 mil efectivos), británico (5,6 mil), canadiense (2,5 mil) y holandés (2,2 mil). Las unidades alemanas (3 mil) acuarteladas en la parte Norte de Afganistán y las italianas (1,9 mil), en la parte central, por lo visto van a jugar un papel auxiliar.
El traslado a Afganistán de la 173 brigada aerotransportada de
EE UU, fortalecida por efectivos de Gran Bretaña y Polonia, que puede realizarse en primavera, aumentará la capacidad ofensiva de las ISAF.
En la operación pueden desempeñar un importante papel también los carros blindados "Leopardo", que ya llegaron de Canadá a Afganistán.
Otra prueba que viene a confirmar la preparación de una ofensiva por la OTAN es el hospital de campo, con personal médico de 70 personas, que fue montado por la República Checa en Afganistán a comienzos de marzo. A finales de enero, de Kabul a Kandahar fue destacado un batallón eslovaco de ingenieros zapadores. La Fuerza Aérea de Gran Bretaña a comienzos de febrero emplazó en Kandahar dos modernos cazas de despegue y aterrizaje vertical Harrier GR9A.
Otros dos cazas británicos van a cumplir misiones de combate en Helmand. Allá se trasladan también cuatro helicópteros "Sea King", un avión de transporte "Hércules S 130", autos blindados de infantería "Warrior" y sistemas coheteriles.
No obstante todo ello, en Bruselas no esperan obtener victoria plena y definitiva sobre los talibán esta primavera. El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, manifestó en Munich el 10 de febrero que la Alianza Atlántica espera poder aplastar las fuerzas de los talibán en Afganistán durante 2 años, así como subrayó que la OTAN debe conservar su presencia en Afganistán también después de 2009.
