En Israel ha comenzado una serie de ejercicios militares de envergadura. Unidades de la defensa antiaérea israelí junto con efectivos de la 69ª brigada de artillería de EE.UU. se ejercitan en acciones conjuntas para interceptar misiles dotados de ojivas nucleares, biológicas o químicas.
"En el mundo está arraigado el cliché de que Israel es tan fuerte que infligirá derrota a cualquier ejército árabe y no tiene nada que temer, pues dispone de los mejores armamentos en el mundo y del arma nuclear -sostiene el catedrático Georgi MIRSKI (Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales, Academia de Ciencias de Rusia)-. La guerra libanesa del pasado demostró que no es así. Ha terminado la época cuando Israel combatía contra ejércitos árabes. La sucedió otra, mucho más peligrosa que yo calificaría de época de un gran Hezbollah. Fíjese que durante la última guerra libanesa los israelíes casi no hicieron prisioneros, porque los combatientes de Hezbollah no sólo están perfectamente adiestrados y dotados, incluyendo de misiles iraníes de diverso alcance, sino que están dispuestos a sacrificar sus vidas y, desde luego, a matar. Los nuevos ataques misilísticos contra Israel ahora pueden ser lanzados no sólo desde el territorio del Líbano sino también desde otras direcciones, las más diversas, de lo que se dan perfecta cuenta en Israel cuyos militares se ven obligados a cambiar la táctica y estrategia de neutralización de estas amenazas".
Durante los ejercicios en cuestión, los israelíes presentaron el nuevo drone Heron cuyo alcance, según los militares israelíes, es de varios miles de kilómetros. El propio aparato, dicen ellos, es tan perfecto como una obra de arte. El drone fue probado el año pasado en el sur del Líbano durante las hostilidades contra Hezbollah.
Además, el general Benjamin Gantz, Comandante del Ejército de Tierra, dio la orden de adiestrar a las tripulaciones de los vehículos blindados para actuar en situaciones de empleo por el enemigo de modernos sistemas misilísticos antitanque. En los simulacros de combate participarán comandos vestidos de combatientes de Hezbollah que conocen su táctica, estructura orgánica y sistema de comunicaciones. A la cabeza de estos batallones se pondrán unos señores de la guerra convencionales, a quines se supeditarán grupos móviles armados con metralletas Kalashnikov y lanzagranadas de fabricación rusa.
