Riga, 23 de febrero, RIA Novosti. El incendio que tuvo lugar en la noche del jueves al viernes en una residencia de minusválidos en Alsunga, en el oeste de Letonia, es el más grave de cuantos se habían registrado hasta la fecha en este país báltico en cuanto al saldo de víctimas, admitió ante la prensa Ivar Godmanis, el ministro del Interior letón.
El siniestro causó por lo menos 26 muertos, muchos de los cuales tenían muy pocas posibilidades para salvarse porque estaban probablemente bajo el efecto de sedantes. La oleada de frío, con temperaturas de hasta 30 grados bajo cero, se convirtió en otra agravante: el agua en las mangueras se había congelado, de modo que los bomberos se vieron obligados a buscar otras en una localidad vecina. Según la versión preliminar, la tragedia fue provocada por el uso de algunos equipos calefactores que no estaban habilitados para ello.
