Moscú, 1 de febrero, RIA Novosti. En caso de que Estonia se decantara por desmantelar los monumentos militares de la época soviética y trasladar las tumbas de los combatientes del Ejército Rojo, Rusia ofrecería su territorio para dar nueva sepultura a estas reliquias sagradas, ha declarado en rueda de prensa el presidente ruso Vladímir Putin. Al mismo tiempo, él ha admitido que sería necesario consultar tal decisión con los veteranos de la II Guerra Mundial, en particular, los que residen en Estonia.
La nueva ley sobre cementerios militares adoptada por este país báltico representa, al decir de Putin, un ejemplo de ‘política ultranacionalista, poco perspicaz y que no toma en cuenta la realidad contemporánea ni los problemas concernientes a la lucha contra el nazismo'.