Butros Butros Gali, el 6º secretario general de la ONU, durante su estancia en Moscú a invitación del Patriarca Alexis II, en entrevista a Rossiyskaya Gaceta se pronunció por reformar Naciones Unidas, expresó la esperanza de que en EE.UU. llegaría al poder un presidente de "criterios absolutamente distintos" y se mostró seguro de lo "inevitable que es un mundo multipolar" en que crecería el papel de China, India, Brasil y Rusia.
En opinión de Butros Gali, la ONU "no corresponde en absoluto a los requisitos de la época actual y ha de ser reformada a fondo, pues para la mayoría de los países, la tribuna de la ONU es la última esperanza de ser escuchados, es la única institución internacional que puede interceder por ellos, ayudarles".
Además, "hablando en rigor, la ONU ya no es capaz de cumplir el papel económico-social", opina el ex secretario general de la ONU. En este ámbito la desplazaron otros organismos, tales como la OMC, el FMI y el BIRD.
Antes que nada, sostiene Butros Gali, es preciso reformar el Consejo de Seguridad, haciéndolo "más representativo y eficaz" y reservándole el derecho a vetar "sólo la aplicación de sanciones, tanto militares como económicas".
Segundo, es preciso reformar la concepción de las operaciones de mantenimiento de la paz. "Hoy por hoy, más de 120 mil ‘cascos azules' participan en decenas de operaciones de paz a escala global -destacó Butros Gali-. Estas fuerzas se entrometen en los asuntos internos de otros Estados, en las guerras civiles, organizan comicios, mantienen seguridad, luchan contra el terrorismo, prestan ayuda humanitaria, reconstruyen la infraestructura... Y todo eso requiere cuantiosos recursos que, por supuesto, escasean crónicamente".
Tercero, es preciso modificar el enfoque que se aplica a la solución de los problemas socioeconómicos, elaborando a tales efectos "una nueva estrategia de desarrollo que realmente ofrezca una oportunidad para acabar con la miseria y el atraso".
"Yo, personalmente, veo dos variantes para salir de la crisis -dice Butros Gali-. La primera: no pierdo la esperanza de que dentro de dos, seis o diez años en Estados Unidos llegue al poder un presidente de criterios absolutamente distintos, adecuados a las proporciones de los problemas actuales. Confío en que aplicaría una política verdaderamente democrática, orientada a un mundo multipolar, una política que recoja los intereses de la mayoría de la humanidad y la responsabilidad de EE.UU. en toda su plenitud. La segunda variante es la inevitabilidad del surgimiento de un mundo multipolar en que en un futuro visible crecerá apreciablemente el protagonismo de China, India, Brasil y Rusia".
