Ayer Gasprom oficialmente advirtió a Bielorrusia de que el plazo de vigencia del contrato de suministros de gas a esta república expira el 31 de diciembre.
El consorcio ruso calificó de irresponsable el comportamiento de las autoridades de Minsk. Preparándose para cerrar el grifo en la tubería por la que el gas ruso se conduce a Bielorrusia, Gasprom de antemano acumuló los volúmenes necesarios de gas en los depósitos ubicados en las repúblicas bálticas de la antigua URSS y en Alemania.
Hasta ahora Moscú y Minsk emitían declaraciones oficiales y no oficiales en las que las partes reiteraban la voluntad de llegar a una fórmula de compromiso. En la cumbre de la CEI, celebrada en Minsk el pasado 29 de noviembre, el presidente ruso, Vladimir Putin, sugirió un nuevo esquema de suministros de gas a Bielorrusia a los precios de mercado. Se suponía que al contratar los suministros a un precio de 200 dólares por 1.000 metros cúbicos, la parte bielorrusa pagaría 80 dólares, compensando el resto con la cesión a Rusia de la participación del 50% en el capital social de la compañía Beltransgas. El precio de la transacción ascendía a 2,5 mil millones de dólares.
La ronda definitiva de las conversaciones, fijada para el pasado viernes, quedó aplazada para el lunes, mientras el ministro de Energía de Bielorrusia, Alexander Ozerets, declaró que el "proceso de constitución de la empresa conjunta quedaría ultimado en el segundo trimestre de 2007". No obstante, el vicepresidente del Gobierno bielorruso, Vladimir Semashko, no llegó a Moscú para discutir el problema con el presidente de Gasprom, Alexei Miller. "La parte bielorrusa volvió a confirmar su propósito de comprar el gas ruso a un precio no superior a 54,2 dólares por 1.000 metros cúbicos, tarifa fijada para la provincia rusa de Smolensk", hicieron constar las fuentes en Gasprom.
Este año Bielorrusia compra el gas ruso a un precio de 46,68 dólares.
