La muerte de Saparmurat Niyazov puede traer aparejada la revisión de todos los contratos gasísticos que Rusia tiene firmados con Turkmenistán. En los próximos dos años las autoridades de Ashjabad tenían previsto exportar a Rusia, en persona de Gasprom, 50 mil millones de metros cúbicos de gas a un precio de 100 dólares por 1.000 metros cúbicos. Si las nuevas autoridades turkmenas se niegan a suministrar el gas natural a Rusia, se convertirían en el "régimen se suicidas", llegaron a la conclusión compartida los expertos.
En las exportaciones turkmenas más del 80% corresponde a las ventas de gas, petróleo y sus derivados. De enero a mayo de 2006 los intercambios comerciales de Turkmenistán con otros países se situaron en 3,7 mil millones de dólares de los que un 50% correspondió a Rusia, según los datos del Instituto Nacional de Estadística e Información de Turkmenistán.
El difunto presidente turkmeno ni quería depender únicamente de Rusia en el capítulo de las exportaciones y ofertó su gas a China. Los dos países alcanzaron el acuerdo, por el cual China se obliga a financiar las obras de construcción de un gasoducto con capacidad de 30 mil millones de metros cúbicos al año. Pero el proyecto aun no ha sido puesto en marcha y es poco probable que la muerte de Niyazov facilite las obras.
