Ayer Gasprom confirmó su propósito de erigirse en accionista mayoritario del proyecto "Sakhalin-2". Según las palabras del presidente del consejo de directores del monopolio gasístico, Dmitri Medvedev, no va a adquirir las acciones de Shell cueste lo que cueste. La Agencia Rusa de Control Ambiental (Rosprirodnadzor) amenazó con presentar al Tribunal de Arbitraje de Estocolmo una demanda por importe de 30 mil millones de dólares contra Sakhalin Energy, operadora del proyecto, por incumplir las normas de la legislación ecológica.
Los representantes de Mitsui anunciaron ayer que no están en contra de que Gasprom adquiriera la participación del 50% en el proyecto y agregaron que las compañías japonesas no participan en las conversaciones sobre este asunto.
A juicio del jefe adjunto de Rosprirodnazor, Oleg Mitvol, los daños ocasionados se estiman en 10 mil millones de dólares y podrían multiplicarse por tres. Mitvol dijo que el proceso judicial arrancará en marzo de 2007.
Ayer el ministro de Industria y Energía, Victor Jristenko, anunció que en el primer trimestre de 2007 las partes acordarían revisar al alza el precio del proyecto, de 12 mil millones de dólares a 20 mil millones de dólares, por sugerencia de Shell.
"De momento, las reclamaciones ecológicas se utilizan como un instrumento con el fin conseguir que Shell venda sus acciones a un precio menos valorado", sostiene el analista de Troika Dialog, Valeri Nesterov. A su juicio, Gasprom tendría que pagar de 9 a 10 mil millones de dólares por la participación del 50% en el proyecto.
